Adiós a 2021, un año de contrastes en la electrónica

Luzfinaltune

Despedimos un año, en las lides de la música electrónica nacional, que será recordado desde dos puntos de vista muy diferentes, aunque, afortunadamente, convergentes.

El 2021 ha sido un periplo de nuevo nefasto -aunque algo menos que el “año cero” de la pandemia, gracias a los meses de respiro de verano- para nuestro clubbing y festivaleo. De ello no cabe duda. Y, además, todo ha sucedido como en la peor película de terror imaginada ya que cuando todo apuntaba a un V que iba a despegar con una Navidad fulgurante, todo ha vuelto a venirse abajo, gracias a la altamente contagiosa ómicron, con los obsesivos cierres del ocio nocturno y el regreso de los molestos toques de queda en muchas latitudes nacionales.

“Todo ha vuelto a venirse abajo con los obsesivos cierres del ocio nocturno y el regreso de los molestos toques de queda”.

Y el futuro no es mucho más halagüeño, al menos de momento. Todas nuestras esperanzas están en que la sexta tormenta de infecciones amaine en los primeros meses del 2022 y ello suponga que podamos soñar, sobre todo, con un próximo verano a pleno rendimiento; y todo ello tras dos de auténtica agonía y consiguiente ruina. Pero eso dependerá de la propia evolución pandémica y en este punto pocas previsiones y pronósticos fiables se pueden hacer, como hemos ido comprobando desde el fatídico mes de marzo de 2020.

Club cerrado por la pandemia

“Todas nuestras esperanzas están en que la sexta tormenta de contagios amaine en los primeros meses del 2022”.

Lo que es una realidad es que el sector patrio de los DJS está agotado de esperar una luz que no termina de iluminar su regreso definitivo a las cabinas. Igual que a los promotores, dueños de clubs y discotecas y demás profesionales del gremio. Parece un milagro que aún sigan muchos de ellos en pie -con sus negocios y empresas aún abiertas- tras dos años de constante zozobra. Nunca se puso nuestra resiliencia a prueba de forma tan salvaje. Parece que el virus, muy en particular, ha ido a por nosotros. Tampoco el señalamiento -¿o es más justo decir persecución?- que hemos sufrido desde las diferentes Administraciones ha ayudado en nada. Pocas subvenciones, cero empatía y demasiada demonización. Aun así, seguimos vivos.

“Pocas ayudas, cero empatía y demasiada demonización. Aun así, seguimos vivos”.

En lo que afecta a los medios de comunicación -del sector musical electrónico- las cosas siguen pintando bastos para todos. A la caída -léase, desaparición- de algunos de las cabeceras más importantes -caso de Clubbingspain al que deseamos una pronta vuelta- y los rumores de inminente cierre de otros, hay que sumar la lamentable situación por la que atraviesan todos ellos. La inversión publicitaria apenas -o nada- se ha recuperado y sin ella, naturalmente, no hay con qué pagar ediciones, diseños y lo que es más importante, a periodistas, colaboradores, etc.

Bicep

“La inversión publicitaria del clubbing apenas -o nada- se ha recuperado”.

Pero al otro lado de la orilla, en la que parece todo brillar esplendorosamente bajo un sol de ilusión y trabajo con el que no ha podido el virus, nos encontramos con la otra cara de la pesadilla. Y es que este 2021 será recordado como uno de los mejores ciclos -por ricos, variados y magníficos- en lo que afecta a la producción de música electrónica en España y, por ende, el mundo. Hemos disfrutado mucho con trabajos foráneos como el ‘Isles’ (Ninja Tune) de Bicep; con el ‘Promises’ (Luaka Bop) de Floating Points o el ‘Music for Psychedelic Therapy’ de Jon Hopkins en Domino, entre otros muchos trabajos maravillosos.

En España en lo más alto de los tops de todos los medios serios aparecen nombres como los de AFFKT con su magnífico álbum ‘The Big Picture’ (Mobilee); Ed Is Dead con ‘Global Sickness’ (Idioteque Records) y los LPs de The Low Flying Panic Attack ‘You Know Nothing About War’ y Jus Kno‘, Looped Circles’ en Faneca Music. A ello habría que sumarle otros, como a Sebas Ramis y su ‘Life Goes On’ (SUB_URBAN); con BFlecha y su ‘ExNovo’ (Arkestra Discos); con el debut de Bazar Cache, ‘Samvan Voyage’ (Expmental Records); Divorce From New York, ‘This Ain’t Jazz No More’ (Forbidden Colours); Dualize con ‘Sonora Cinema’; Ramiro López con ‘Al Retortero’ (Odd); el ‘Tú a tú’ de Edgar de Ramón; Roi con ‘Crunía’ en Fanzine Records, Mikel Gil con ‘Required EP’ en I AM TECHNO y, cómo no, el sorprendente regreso de UNER, ahora como NIN3S, con ‘So Far So Close’ en Dorado Records (UK). Y muchísimos más.

AFFKT

“En la que parece todo brillar esplendorosamente bajo un sol de ilusión y trabajo con el que no ha podido el virus”.

Seguramente en este patente estado de gracia del sector, desde lo musical y artístico, ha tenido que ver que los productores oriundos y foráneos, como ya sucedió en 2020 al, desgraciadamente, no tener que afrontar gigs, giras, etc., han tenido más tiempo para alicatar sus trabajos y eso se ha notado, de forma extraordinaria, en el resultado final de sus magnas obras. Y es que no hay bien que por mal no venga, aunque este provenga de la puñetera covid-19.

“Quedémonos con lo mejor, que hay mucho como acabamos de comprobar”.

En fin, quedémonos con lo mejor, que hay mucho como acabamos de comprobar, y confiemos en el que este nuevo año nos traiga el final de un oscuro periodo de nuestras vidas que nunca podremos olvidar y tras el que todo habrá cambiado para siempre.

No hay túnel sin luz destellante en su final…

Feliz 2022 y mucho ánimo, compañeros y amigos de Vicious.

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