Muchos expertos en tecnología apuntan a que el futuro de los eventos de ocio nocturno será virtual. ¿Estamos dispuestos, convertidos en avatares, a bailar techno, a través de una fría pantalla desde el sofá de casa?
¿El metaverso acabará con el clubbing real? Expertos en tecnología apuntan a que el futuro de los eventos de ocio nocturno será virtual. ¿Estamos dispuestos a bailar, como avatares, a través de una fría pantalla?
A pesar de que ya hay muchas plataformas billonarias -en esto del metaverso- que ya programan raves virtuales parece que existe una fuerte resistencia, por parte del clubber de a pie, en tener que hacerse un avatar para poder pegarse una buena fiesta.
Decentreland es la primera en organizar un evento de estas características, al que han bautizado como metarave. Muy a pesar suyo, para los que han asistido, mucho tiene que mejorar la experiencia para que nadie prefiera quedarse en casa “disfrutando” de ello. Y, más aún, si lo comparan en salir a darse un homenaje con sus colegas, de carne y hueso, al club o al festival de turno.
El metaverso está hecho y construido, sobre todo, para ser vendido y comprado
La ya referida Dencetreland es una de esas plataformas metaverseras que están siendo febrilmente promocionadas por los criptomonedistas. Y es que el metaverso está hecho y construido, sobre todo, para ser vendido y comprado. Y lo más alucinante es que el dinero de los inversores sigue llegando. Y a chorros.
¿Tiene realmente futuro todo este montaje digital en el que todo se mide por píxeles y nada por sensaciones reales?
Durante la pandemia esta opción virtual se convirtió en casi obligatoria, al no poder ir a los clubs a disfrutar del baile en compañía de otros. Pero ahora que los eventos reales han vuelto, ¿tiene realmente futuro todo este montaje digital en el que todo se mide por píxeles y nada por sensaciones reales?
Hay mucho visionario, sobre todo de la industria musical, que cree que sí. Como el multimillonario ruso Mikhail Prokhorov, creador de Sensorium Galaxy. Se trata de un metaverso dedicado a la música electrónica. Está valorado en 100 millones de dólares. Simula un mundo 3D en el que, tras elegir un avatar, puedes asistir a sets en vivo de DJS como Carl Cox o Charlotte de Witte. A los que, por supuesto, han pagado un buen pastizal por poner sus avatares a pinchar allí.
Como no somos seres virtuales, por mucho que insistan en esta nueva idea, al menos de momento, no hay metaverso que valga que iguale la sensación de sudar en la pista de baile, al son de un DJ de verdad y junto a tu pandilla.
¿A ti qué te parece? ¿Salir a clubbear es igual que jugar al Fornite?