Alex Medina regresa desde las Islas Canarias con “Afroencer”, su nuevo proyectil rítmico junto a Alani, vía su sello Mumbai Records.
Esta versión instrumental deja en primer plano lo que ya estaba gritando por debajo: una estructura corrosiva, entre el electro-punk de pista y los ecos más urgentes del indie dance. Nada es gratuito. Todo está dicho con golpes secos de groove y actitud anti-hype. Aquí no hay filtro de belleza ni loops de TikTok. Hay una crítica latente al carnaval del algoritmo, a la dictadura de los likes, al “amapiano de cartón”.
“Afroencer” es cuerpo y postura. Es frase en bajo, es gancho sin hook vocal, es una bofetada funky al postureo digital. La voz ausente no se echa de menos: el mensaje está en el ritmo.
Alex Medina, conocido por evitar modas pasajeras, vuelve a usar la pista como plataforma para el discurso. Y lo hace con ironía, sin panfletos ni solemnidad.