Madrid Music Days · Resumen de la tercera tertulia edición especial 2020
Madrid Music Days, llegamos a la tercera tertulia de esta edición especial Clubbing Alert del Madrid Music Days 2020. Un coloquio necesario y que esperamos con mucho interés, ya que contamos con la presencia de personas muy relevantes en la industria que podrán abrir diálogo con un responsable político del ámbito de la cultura. Porque si algo ha quedado patente en esta crisis es que la Administración y el Estado no consideran el clubbing como una manifestación artística y desconocen completamente el pulso y la cultura que genera esta industria.
Las vías de actuación que el sector de la cultura electrónica deberán seguir a partir de ahora, pasan por la unión en las demandas que se realizan al Estado. Divulgar, hacer llegar a la sociedad lo que es la vanguardia en música, potenciar el diálogo Administración- empresarios- cultura. En definitiva, muchas cosas por hacer y mucho camino por recorrer hasta equipararnos a otros agentes sociales dentro del ecosistema cultural.
Vídeo completo de la tertulia
CLUBBING NEW RULES
Expertos y empresarios hablan de la nueva ley en el sector.
Esta crisis ha hecho patente que la percepción de la Administración sobre el sector del ocio nocturno debe mejorar y considerar el clubbing como parte de la cultura.
A partir de este eje hemos configurado una mesa virtual de debate de la que esperamos sacar más de una conclusión. La indefensión que ha sentido (y siente) el sector va pareja a la tristeza profunda de miles de clubbers que ven cómo su forma de ocio se demoniza desde los medios y que asisten al derrumbe de festivales y salas.
Contamos con invitados como Jorge Sanza o Rafa de Siria, que llevan décadas luchando y transformando un sector que, en ocasiones, peca de no saber transmitir la innovación e intangibles que aporta a la sociedad.
Empresarios como Ricky Blanco de OverDrive o Ramón de Navarrete de Metro Dance Club, que llevan toda una vida dedicados a traer a España artistas nacionales e internacionales sin ningún tipo de ayuda o reconocimiento del Estado. Que ven, al igual que Jorge Ariza de Bora Bora Ibiza, cómo se ningunea de manera sistemática propuestas concretas y demandas lógicas de un sector que aporta el 1.8% del PIB del país.
Completamos con Jazmín Beirak y Jokin Tellería de dantz, que desde ámbitos distintos, trabajan por una cultura de calidad y ofrecen la perspectiva de quien conoce la Administración desde dentro y puede entender la forma en que se gestiona.
El sector de la cultura electrónica
Rafa de Siria es el primero a quien Fernando Fuentes lanza la pregunta. ¿Cómo es ahora mismo el espíritu en un sector cuyas nuevas reglas consisten prácticamente en el coma empresarial?.
La realidad es que ahora mismo hay veinticinco mil empresas que dan trabajo a doscientas mil personas y están tocadas de muerte. Se están perdiendo veinte mil millones de euros, un 1.8% del PIB. Hay 17 millones de consumidores de ocio nocturno que ven cómo se vulneran ciertos derechos básicos y no están siendo representados.
No negamos el enorme peligro que existe ahora mismo, pero hay que regular y no sólo prohibir. Hay urgencia en dar respuesta y proveer al sector de una solución. Exención de alquileres, impuestos, planes de reactivación. Si seguimos así para el final de 2020 entre el 50 y el 80% de las empresas habrán cerrado. Exigimos que se nos integre como parte de la cultura y tengamos acceso a las mismas medidas que el teatro o los conciertos.
Estamos viendo cómo se banaliza un sector en el que hay mucha gente apostando, aprendiendo, creando, hay mucho trabajo detrás de esto.
Fernando Fuentes lanza la pregunta a Navarrete, un empresario con solera que durante dos décadas ha mantenido una sala como Metro Dance Club entre las mejores de España y Europa.
Esta crisis ha hecho que veamos que la desunión de este sector nos ha perjudicado. Nosotros estamos pidiendo a la Generalitat un plan concreto para que reactive esta industria, pero de momento no han dicho nada.
Rafa Ariza, director creativo de Bora Bora Ibiza coincide con Navarrete en la pasividad del Estado y la falta de respuesta. En Ibiza la situación es caótica. El sector de la noche y en concreto, la electrónica, está en un limbo. Aunque ya antes del Covid, los políticos no habían querido tomar partido y apostar por el sector.
Ariza lamenta la falta total de ayudas económicas o regulación, Cerrar y punto. No se han sentado a hablar con un sector que ha hecho grande a Ibiza. ¿Por qué no juntarnos para conseguir lo mejor? Si no nos damos prisa, todo lo que hemos construido se va a hundir.
Clubbing, Administración, Cultura y Vanguardia
Jorge Sanza, uno de los grandes impulsores de la cultura de la noche en Madrid, arranca apelando a un mea culpa del sector ante la falta de unidad que se ha visto ahora más crudamente que nunca. Tenemos que unirnos y crear un tejido fuerte que llegue con una única voz. La cultura de club no es el ocio de borrachera.
Jorge ha sido el fundador de organizaciones tan potentes como NIX o United We Stream Madrid, colectivo que el pasado septiembre logró producir un evento en streaming en el Faro de Moncloa con el artista Mulero y la participación del Ayuntamiento de Madrid.
Nosotros intentamos traer la figura del alcalde de la noche al Ayuntamiento de Madrid, al igual que en Berlín o Tel Aviv.
Estuvimos trabajando con Carmena, que nos hizo caso, tras ver a veinte concejales (que eran además jóvenes!). Las instituciones deben asegurar que haya agentes que entiendan y participen de esto para defendernos y que el mensaje no caiga en saco roto.
Ricky Blanco, que lleva toda una vida trabajando como promotor desde la mítica sesión OverDrive, pone en valor precisamente el papel del promotor como impulsor de la cultura de vanguardia. El espacio en el que productores y djs comparten su trabajo son salas nocturnas, que en horario de tarde están haciendo conciertos en directo de bandas o artistas pop. Y esto finalmente hace que haya mucha confusión en cómo se percibe nuestro sector.
Quitarle el miedo a la Administración
Es el turno de Jokin Tellería, quien desde dantz en País Vasco ha sabido crear una buena relación con la Administración pública. Supieron canalizar un momento de creatividad y un nicho concreto para encontrar las vías de comunicación que les han permitido hacer crecer su propuesta.
Sacar el club del club y diversificar espacios, abrir el espectro de géneros musicales, tocar distintos horarios, hacer propuestas para otros públicos como los niños o unir lo tradicional con la vanguardia. Son algunas de las cosas que han funcionado bien para que la Administración entienda mejor de qué va esto de la música electrónica. Existe mucha confusión y todo es techno. Pero cuando les explicas que existe algo como el ambient, empiezan a perderle el miedo porque deja de ser algo tan desconocido.
Aún así, Jokin reconoce el malestar que ha generado la reciente intervención del ministro de Cultura dejando ver que el mal llamado ocio nocturno no es cultura. Es un tema estructural que ya venía de antes de esta crisis, remata, y la labor de divulgación de la cultura electrónica es fundamental.
A esto Jorge Sanza añade que la labor de divulgación con la esfera política lleva muchísimo tiempo y escenas como las que se vieron este verano con el dj escupiendo alcohol sobre la gente dinamitan y echan por tierra todo el esfuerzo invertido.
Jorge Ariza y Ricky Blanco señalan también el sensacionalismo y búsqueda de mala prensa que hacen que pervivan estereotipos y falsedades en torno a la noche.
La visión del clubbing desde la política y la cultura
La primera intervención de Jazmín Beirak se ha hecho esperar, ya que la idea era recopilar todas las visiones para dar una respuesta unificada. Y lo primero es entender que la música en vivo de electrónica (el clubbing) está al final de una cadena de falta de relevancia y de desinterés por parte del Estado.
La cultura no es una prioridad para el gobierno. Y dentro de la cultura, la música, en concreto, la música popular, la música en vivo y finalmente, la electrónica están al final del todo de la cadena. Ante la imposibilidad de resolver esta situación del COVID, la electrónica ha sido el chivo expiatorio y la administración ha optado por resolverlo de la manera más visible, cortando de raíz. Lo cual implica un desconocimiento y prejuicios brutales.
Beirak comenta que el sector necesita reformas desde dentro, pero que esa unión que se ha ejercido en esta etapa ha hecho que se les haya escuchado más.
Se tiene a la Cultura como algo sagrado y todo lo que tiene que ver con el placer, la diversión y el disfrute no se considera cultural. Esto desvela unos parámetros desfasados de lo que es cultura. Estos prejuicios se unen a un clima en el que no hay diálogo con los expertos, los empresarios y los que tienen que aportar su visión a todo esto. Jazmín Beirak
Jorge Ariza recoge el testigo y aporta su punto de vista. Lo que no se entiende desde la sociedad es que hacer que la gente se divierta es un trabajo. Trabajamos 24/7. No desconectamos. Y nos faltan todavía años para que haya en las Administraciones públicas gente que haya vivido este sector desde dentro y entienda todo lo que genera.
Puntos de encuentro
A pesar de lo confuso de la situación, una cosa está clara y es que la desidia gubernamental no va a dar un giro inesperado. La labor de divulgar y buscar el equilibrio con la sociedad (en esta crisis se ha vertido mucho odio injustificado sobre el sector), es la clave para que esto no nos vuelva a pillar en otra crisis.
Es hora de aportar un beneficio social, de salir del club a la luz del día.
Como dice Jorge Sanza, el clubbing ha sido un poco egoísta. Entretener a la gente y aportar cultura de calidad será clave para generar vínculos entre la sociedad y la cultura de club.
El sector reclama ayudas directas para pagos de facturas y exención de impuestos. Idea que Beirak completa, además de ayudas tenemos que pensar en la cultura como una especie en extinción, tenemos que hacer políticas de conservación. También políticas de adecuación de los locales. Las instituciones deben activar la innovación y aplicarlas al sector de la cultura.
Para cerrar, nos quedamos con algo bonito que sale a lo largo de la tertulia y que realmente no sabemos quien lo ha dicho. Pero es el resumen de lo hablado por todos los participantes.