No mentimos si afirmamos que estamos ante uno de los grandes en la escena electrónica internacional, pues el devenir de Hernán Cattáneo en la misma ha sido y sigue siendo escrito con mayúsculas. Hablamos con él de lo humano, divino, musical y, hasta, literario…
Hola Hernán, muchas gracias por tu tiempo, encantado de tenerte en VICIOUS…
Un placer amigos, muchas gracias por invitarme.
¿Cuánto has dedicado a la música? ¿Y qué te ha devuelto ella?
¡Qué linda pregunta para empezar! Desde que nací y hasta que comencé mi familia, la dedicación fue completa y de la música he recibido solo felicidad. Fue mi juguete de niño y mi deporte de adolescente, en aquella época la música fue todo y me lo dio todo. Yo amaba el futbol, pero jugaba horrible y eso en Argentina es prácticamente una tragedia. En aquella época un chico que jugaba tan mal al futbol no tenia ningún valor así que yo me abracé a la música con todas mis fuerzas y fui feliz, muy feliz.
A los 10 años ya estaba totalmente loco por los discos, las canciones, los equipos, los cables y todo lo que me acercara al sonido que salía por los altavoces. Poco a poco, con el tiempo, también fui descubriendo que me daba mucho placer hacérsela escuchar a mis amigos y observar su reacción ante tal o cual canción. Compartir ese sentimiento único con los demás y así fue mi vida desde muy chico hasta los 40 años.
Luego cuando conocí a mi mujer Jackie y nacieron nuestras tres hijas. Y naturalmente empecé a dividir mis tiempos, pero el invalorable apoyo que he tenido de ellas hizo que el balance siempre haya sido muy bueno en lo personal y lo musical. Hoy diría que paso al menos cinco horas diarias intentando escuchar todo lo que me envían los sellos, productores y compañías de promoción. Y también me dedico a pasear un poco por las discográficas virtuales donde siempre se encuentran cosas diferentes e interesantes.
“Una de las cosas más interesantes de la música electrónica es su constante dinámica”.
Para una persona como tú, que siempre está inmersa en la música, ¿qué representa el silencio?
Creo que el silencio es tan fundamental como el sonido. Si bien está claro que uno puede escuchar música todo el día, creo que todo suena mucho mejor intercalando esos espacios donde el silencio ocupa su lugar necesario. Y cumple su función como cuando uno en yoga toma aire y respira hondo antes de volver a comenzar algo.
Con la mirada puesta en el futuro, se dice que las cosas son cíclicas y que se repiten en el tiempo, ¿cuál es el siguiente paso para ti en el panorama musical?
He dicho muchas veces que una de las cosas más interesantes de la música electrónica es su constante dinámica. No hay dos sets iguales, no hay dos semanas en las que no lleguen cantidad de tracks nuevos. Ello nos da una diversidad genial a la hora de tocar, hacer un radio show o planear un evento de cualquier tipo. Ademas, a la velocidad que va la tecnología, vamos cambiando cada unos cuatro o cinco años muchas de las formas que utilizamos para expresarnos.
Por ejemplo, del 2000 hasta hoy, pasamos de vinilos a cds, luego a pen drives, a laptops, controladores y tantas cosas que jamás hubiéramos imaginado antes. Para un dj que pincha progresivo como yo, las posibilidades de los loops y cues de las CDJs de los últimos años son sensacionales por lo cual creo que si bien hay ciclos, la progresión es constante (y fascinante).
“En la Argentina de 2018 nunca antes se le había abierto las puertas de un Teatro Nacional a un DJ”.
¿Algo especial del proyecto ‘Connected’ que siempre llevarás contigo a lo largo de tu vida? ¿Una mirada?, ¿un olor? ¿Una situación? ¿Un momento…?
Claro que sí, muchas cosas. ‘Connected‘ fue muy importante para todos los que participamos y para la escena Argentina en general. No porque fuera algo tan especial (ya todos habíamos visto algo parecido en Europa y USA) sino por lo que significaba aquí en ese momento. En mi país nuestra escena estaba siendo muy vapuleada por mucha gente y sobre todo en los grandes medios de comunicación, diarios, radio y TV.
Yo estaba empeñado en mostrar que la música en sí misma no tenía ningún problema. Podían no gustarles lo que pasa en las las raves, el volumen o el humo a las 5am, pero no por eso debían satanizar a los djs cómo lo hacían. En otra situación ni me hubiera preocupado por lo que pensaran o dijeran de nosotros, pero le estaban haciendo realmente mucho daño a algo que nos había costado muchos años conseguir.
Entonces, con mi manager y amigo Cruz Pereyra Lucena, pensamos en intentar llevar nuestra música a un lugar que fuera muy respetado por todos como el Teatro Colón. Un lugar en donde nadie podría echarnos encima ninguno de los clichés del mundo “anti electrónico”. Como aquí aun hay mucho conservadurismo e hipocresía tuvimos mucha gente y prensa en contra indignada que permitieran a un dj hacer un show en un lugar sagrado y dedicado a la ópera y el ballet.
Aunque en España les parezca increíble, en la Argentina del 2018 nunca antes se le había abierto las puertas de un Teatro Nacional a un DJ o alguien del mundo de la música electrónica así que la presión fue mucha pero nos salimos con la nuestra , hicimos 4 sold outs y luego un open air gratuito para 40.000 personas. Musicalmente bajamos la presión del kick y mandamos las melodías bien al frente con la sinfónica y sonó genial. Los mismos que nos criticaban terminaron aplaudiendo de pie y la música electrónica apareció en los diarios finalmente por una buena razón. Fue bastante estresante pero cada segundo valió la pena -como se ve en el documental de Netflix- y en muchos aspectos ha sido uno de los puntos más altos de mi carrera.
‘Alegría intensiva’ es un proyecto donde tratáis de hacer un poquito más felices a los niños enfermos y sus familias en los hospitales, donde hacéis una gran mezcla con payasos, un DJ y muchas risas. ¿Cómo llevas ser embajador de un proyecto así de bonito, con tanta responsabilidad e implicación?
Sea padre o no, cualquiera que vaya a visitar un hospital de niños sentirá algo muy fuerte. Un mezcla de tristeza, frustración e impotencia. ‘Alegría Intensiva’ me enseñó que esas sensaciones pueden transformarse en algo bueno y traducirlo en hacer cosas para ayudar a estos niños a pasar mejor sus días. Mis amigos de ‘Alegría Intensiva‘ y sus payasos de hospital hacen un trabajo increíble y para mí es un orgullo ser su embajador. Y, además, ayudar para que su ONG tenga una visibilidad más global. Es muy gratificante ver el apoyo económico que reciben en cada show o en cada stream que hemos hecho juntos.
“Ya tengo hijas y árbol plantado… ¡y aquí va el libro!”.
¿Cómo has aprovechado este tiempo de parón? Y ¿cómo ves el panorama a corto/medio plazo?
Tuve mis momentos. Al príncipe lo disfruté ya que hacía 20 años que no paraba mas allá de llevar de vacaciones a mi familia dos veces al año, o algún fin de semana del cumpleaños de mis hijas. Pero tras unos meses ya empecé a tener ganas de poner música y ver las caras del público, como a todos nos gusta. Hice varios streams que creo en ese momento estuvieron muy bien, pero realmente todos extrañamos mucho el vivo. Hace unas semanas hice unos primeros shows en México y aparentemente ya, desde agosto en adelante, tendremos algunas fiestas en Europa e incluso el ADE está anunciado y con tickets en venta. Como todos espero que pronto podamos volver a algún tipo de normalidad.
Eres considerado dentro de la elite como uno de los mejores DJS del planeta y uno de los mayores representantes del house progresivo, ¿cómo llevas dicha responsabilidad?
Me pone muy contento si represento algo bueno para los chicos. O si algo de lo que hago les genera felicidad. He crecido con grandes maestros internacionales desde Frankie Knuckles, David Morales, Danny Tenaglia, Laurent Garnier, Sasha o Danny Howells, solo por nombrar algunos. He aprendido muchísimo de ellos y me han dejado la vara muy alta lo que hace que uno siempre se esfuerce más para estar a la altura pero a su vez nunca se siente tan bueno.
“Mi primera vez en España fue en Ibiza, en un show de Cream UK en 1998”.
¿Recuerdas tu primera vez en España? ¿Cómo fue?
La primera vez en España fue en Ibiza, en un show de Cream UK en 1998. Diego Ro-k y yo éramos los residentes locales del Cream World Tour en Argentina y Uruguay. Y por camaradería fuimos invitados a participar en una de las noches de Cream Ibiza en Amnesia. Tanto Amnesia como Cream estaban en un gran momento y tenían una de las fiestas más fuertes de la isla. Esa noche hice el warm up, luego tocó Sasha y más tarde cerró Diego con gran nivel. En ese momento solo en mis sueños podía tener una carrera global, recuerdo sentirme muy orgulloso de que dos djs argentinos totalmente desconocidos nos habíamos desempeñado tan bien en uno de los clubes más importantes del mundo.
Nunca hubiera imaginado que unos años después en 2001, volvería como residente de Cream cuando volaba de Londres a Ibiza cada jueves para abrir las noches junto a Paco Osuna, que era residente de Amnesia. Ese fue el año que marcó el comienzo de mi carrera internacional. Y esa residencia en Cream Ibiza me valió el premio como “Mejor nuevo dj” en los Ibiza DJ Awards de aquel año.
El poeta cubano José Martí señalaba que todo hombre debería hacer tres cosas en su vida:
plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro… tú ya lo conseguiste. Tu libro fue una sorpresa, ‘El sueño del Dj’. ¿Cómo surgió la idea?
Qué bien, ya tengo hijas y árbol plantado… ¡aquí va el libro! Cuando la gente de Editorial Planeta me habló por primera vez sobre la idea de escribir un libro no me entusiasmé mucho. No porque no me pareciera atractivo hacerlo, sino porque creía que yo no tenia algo tan relevante que contar a los demás. Luego con el tiempo me fui dando cuenta que mi historia podía tener puntos de inspiración para otros y ahí empecé a pensar como, mas allá de la historia de un dj, se podía escribir sobre los sueños y lo más importante: el papel fundamental que juega descubrir o sentir una pasión desde chico -como en mi caso- con la música.
Hay mucho de eso en el libro y también por supuesto mucho del desarrollo de la escena de djs en Argentina que se genero en paralelo a mi carrera y la de muchos otros colegas y amigos.
¿Fue emocionante el desarrollo del proyecto? ¿Dónde puede comprarse?
Yo vengo del mundo de la música y nunca hice otra cosa. Solo había escrito algunas columnas de música en la revista Rolling Stone o un diario de shows que hacia a principios de los 2000 en Resident Advisor. Hacer este libro fue un proceso muy entretenido y bastante largo que solo pudo pasar en una época como la que vivimos estos últimos 15 meses cuando no viajé y estuve mucho tiempo en mi casa. Comenzamos a trabajar con Jose Esses el editor, hablamos muchísimo, escribimos, borramos, acortamos, agregamos, etc. Fue un ida y vuelta buenísimo de muchos meses. Aprendí de él a escribir y él de mí de música electrónica.
El libro se vende en librerías físicas y también online en Amazon, Apple Books, Google Play, Mercado libre, etc. Ademas, el 13 de julio haremos una presentación del libro en la Escuela Aulart de Barcelona con la participación de Javier Blanquez y Marc Marzenit.
Para terminar Hernán, ¿alguna cuestión que no te hayamos preguntado y sobre la que te gustaría hablar?
Estamos viviendo un gran momento con nuestro sello Sudbeat. Hemos publicado singles de alto nivel y también el primer álbum de Antrim en Bandcamp. En julio se edita el Sudbeat numero 200 que será un EP de 3 tracks que hicimos con Soundexile e incluye también una canción con Paula OS.