Así vivimos la segunda parte de este fantástico aniversario
Cuando vi el cartel del 20 aniversario de Code en Fabrik sentí una serie de reacciones en mi cuerpo que me eran familiares. Subida de temperatura, latidos acelerados, cosquilleos en mi piel y salivación excesiva en mi boca. Estos son los síntomas que me asaltan cada vez que me enfrento a un evento brutal y de nuevo se volvieron a repetir en el momento que vi el line up de las tres fiestas. Por desgracia y por motivos personales la única fecha de las tres a la que pude asistir fue la del 18 de noviembre, pero mirándolo en perspectiva y conociendo mis gustos personales no pude elegir una fecha mejor.
Fabrik vestía sus mejores galas, no podía ser de otra forma, este 20 aniversario de Code merecía tirar la casa por la ventana. El club estaba a reventar desde primera hora y la energía que allí se respiraba no perdió potencia en ningún momento, manteniendo a los clubbers que allí estábamos en tensión hasta la última nota del último artista.
Si tuviera que hacer un repaso de todas las actuaciones prácticamente tendría que escribir un libro, porque fueron tantas y tan buenas que hacer una selección resulta doloroso. Pero bueno, al final hay que ir al grano. En primer lugar destacar el set de Ben Sims, puro, cristalino, sin falla y con un no sé qué contagioso que demostró que el bueno de Ben sigue en plena forma. No me puedo olvidar de Oscar Mulero, una vez más desprende un halo místico que se traslada a su música, una música que no tiene falla, es un metrónomo impecable cuya frialdad aparente esconde una pasión emocionante. La presencia de Sven Väth vale cada céntimo de la entrada, como un maestro saolín desplegó ese carisma y ese amor por el vinilo tan clásico del alemán, redondeando su sesión con un sonido que mezcla su pátina histórica con un brillo más moderno. También hay que resaltar la actuación de SNTS, que nos ofreció un show audiovisual junto a esos sonidos más oscuros a los que nos tiene acostumbrados.
OGUZ, Parfait, Cassie Raptor, Sara Krin o VCL & DXPE se encargaron de representar a los sonidos más duros esta noche, dejando claro que el hard techno ha venido para quedarse y que es la tendencia actual de la escena.
Y para terminar no me puedo olvidar de las sesiones de los creadores de Code. Nuke y Cesar Almena fueron la definición perfecta de cómo manejar una pista de baile, de cómo solucionar con solvencia un evento de estas características sin perder un gramo de frescura.
Resumiendo, una noche para recordar, una noche histórica que demuestra que Code es la oferta más excitante de la noche madrileño, que 20 años no son nada y que lo mejor está sin duda por llegar.
