El músico gallego rescata el espíritu de la música italiana en los años 60, a través de este nuevo tema pop electrónico, en el que apuesta por preciosos arreglos a la brasileña.
Xackal descubre ‘Bellezza‘. Xackal -aka tras el que encontramos al músico arousano Nano Suárez– a través de este ‘Bellezza’ nos invita a disfrutar de unas secuencias de imágenes sonoras en las que la belleza se crea para volver a destruirse, quedando solo en el recuerdo de quien la admira. Y todo ello sinergiando en feliz colisión pop, con electrónica orgánica, arreglos a la brasileña en lo que es un personal homenaje a Italia, desde su música y cine.
“Lejos de cualquier platonismo y de cualquier canon, la belleza es algo pasajero, incluso el David de Miguel Ángel sólo podrá ser bello con la mirada oportuna y en el momento preciso”, apunta Xackal.
Xackal descubre ‘Bellezza’
‘Bellezza’ está compuesta a golpe de guitarra voz, allá por en enero 2019 y ha sido producida lenta y cuidadosamente durante estos dos últimos años. Rescata el espíritu de la música italiana en los años 60 y hacer una de “esas canciones que ya deberían existir” fue lo que motivó a Xackal para su creación. Su sencillez estructural choca de lleno con la complejidad armónica y tanto los sonidos, como sus arreglos, están inspirados en la música que le emociona de Brasil, bandas -como Os Mutantes o Tom Ze– donde aparece el preciosismo de un modo algo Naive, tratando de dar cohesión a todas estas ideas a la vez… ¿Giana Nannini + Os Mutantes?
La querencia -por lo brasileiro e italiano- de Xackal le viene por emocionante y sonora herencia familiar. Su padre fue un gran melómano y coleccionista de vinilos. Uno de aquellos viejos discos – ‘Sangue, Suor e Raca’ de Roberto Ribeiro y Elza Soares, que conteníala maravillosa canción ‘Sacrificio’– ha servido de inspiración directa para este ‘Bellezza’ con el que, el músico gallego recuerda a su progenitor y a sus miles de LPs y singles llorados por perdidos.
La colaboración con la cantante bonaerense Ruth Abramowicz surgió de manera natural. Xackal confiesa no tolerar a los artistas que no tienen verdad dentro, “y al escuchar a Ruth supe que ella es como ella canta”. Su procedencia argentina ayuda a la canción a encontrar ese nexo sonoro entre España e Italia. “Al fin de al cabo, un argentino es un español con acento italiano”, afirma Xackal.
La electrónica orgánica como puente entre dos mundos
En ‘Bellezza’ su autor ha asumido un nuevo reto, adentrándose cada vez que puede en nuevos terrenos musicales con su vieja premisa donde la electrónica orgánica hace de puente entre dos mundos antes alejados a la vez que se describe un nuevo paisaje pictórico. Parafraseando a Lorca: “Donde el ímpetu mecánico danza con el ímpetu arcaico”.
La portada de ‘Bellezza’ es obra de la artista Amelia Palacios. Una pintora gallega de grandísima proyección. Su obra, ‘Palacio de Cristal’ describe a la perfección esa fragilidad, cómo se crea la belleza para luego regresar a la gris normalidad. Es la cuarta vez que Xackal colabora con ella.
Xackal: “Quizás ‘Bellezza’ es, en parte, una poesía sobre mi propia poesía”
-Hola Xackal, ¿qué momento nos recomiendas -y, hasta, qué actitud- para disfrutar hasta el mismo tuétano de este ‘Bellezza’ que es tu nuevo single?
Es una canción para aquellos que sabemos disfrutar del post-coito, la bañera y la fruta en su punto exacto al igual que disfrutamos de un atasco o una despedida emotiva o de estar empapado por la lluvia y sin llaves de casa. Cuando no te lo esperas es cuando más se puede disfrutar. Por poner una situación idílica, son las siete de la mañana en Santiago y has tocado fondo y decides, aún ebrio, darte un baño desnudo en la fuente de Platerías. Esas cosas son ‘Bellezza’, se quedan en este imaginario.
-Seguramente lo más bello de la belleza es que no es para siempre, incluso solo para ser gozada durante unos pocos segundos… ¿verdad?
Por eso es tan cara, tan memorable. Es como cuando un amigo te describe algo increíble y te lleva allí y te dice, no está igual que cuando yo vine por primera vez. La sorpresa es clave. Cuando vuelves a casa como copiloto al atardecer y todas las nubes están en un desorden ordenado, y todos los tonos del atardecer juegan dentro de ese polvo.
-¿Sería, entonces, solo un recuerdo en dónde la belleza habita, de verdad, para siempre? ¿O belleza y siempre son dos palabras que no pueden ir juntas?
El instante siempre es bello para alguien que está cerca. Si fuesemos empáticos sabríamos que mientras esperamos un metro para ir a trabajar hay un encuentro emotivo en ese andén. Apropiarse de todo es imposible, pero comprender que los demás tienen emociones grandes es un gran catalizador para el arte.
-A través de este tema de pop electrónico llamado ‘Bellezza’ rescatas el espíritu de la música italiana en los años 60, ¿por qué este homenaje al bello país vecino? ¿Qué le debes?
Les debo mi presencia antes de nada, a Fellini, a Giana Nannini, a Gucci, el Funghi Porcinni, los piropos al límite del acoso, la pasta a la putanesca… Esos malditos romanos saben ser ellos mismos sin avergonzarse.
-En dicha canción también apuestas por preciosos arreglos a la brasileña, ¿de dónde te viene este ramalazo carioca en lo musical? ¿Es por herencia familiar?
Tengo la sangre, toda mi familia paterna emigró a brasil hace más de un siglo, volvieron para que mi abuelo y sus coetáneos estudiasen. Ese pasado está manchado de café brasileño y de samba. Es ascendencia “misturada”. Mi padre, mejor conocedor que yo de esta generación y a quien le debo mi nombre (su apodo era Chacal) coleccionaba discos de Brasil y de italia así como de rock sinfónico y progresivo. Eran los tres ejes. En mi casa puedes encontrar LPs muy sofisticados aunque como ya he contado alguna vez, el día que fui a recoger esa herencia paterna, la mayor parte de ellos estaba destrozada por dos Rotwailers y una humedad que no tuvo piedad con nosotros.
-¿Cuáles han sido tus referentes musicales -confesables y no tanto- a la hora de crear este single?
En esos días estaba escuchando mucho a Franco Califano que tras años de silencio sacó un abum en 2018 donde ‘Un tempo picolo’ tengo que admitir que fue una inspiración. Yo sé hablar en Chafuliano y en Cuarenti. El primero lo utilizo para pedir comida italiana en estado de embriaguez, el segundo es mi propio esperanto musical en el cual compongo cuando no tengo claras las palabras pero sí las emociones. Al final lo traduzco, no creo que vaya a publicar nada en Cuarenti.
-Tu música tiene la facultad de crear imágenes de forma automática, ¿es algo voluntario o simplemente sucede así?
No entiendo la poesía como una forma bonita de describir cosas estáticas. Leo mucha poesía pero es quizás la pintura o quizás el cine lo que me lleva a crear de esta forma secuencial. Al principio era algo que buscaba, ahora sencillamente es Xackal quien toma el control de mi puño. Quizás ‘Bellezza’ es en parte una poesía sobre mi propia poesía. No trato de crear una imagen, sino una acción poética dentro de un contexto que me emocione.
-¿Cómo fue el proceso compositivo de ‘Bellezza’? ¿Desde qué partiste para darle vida? ¿Con qué instrumentos, software, hardware, etc. te has ayudado para sustanciarla?
No creo en los momentos personales como descorchadores del arte, si uno es sensible siempre es un buen momento, Yo conozco el sufrimiento y el dolor, así que prefiero recrearme en el de los demás para crear y utilizar el mío de un modo más personal. Aún así no fue mi mejor momento, 2018 y 2019 fueron años de crisis personal. Si estoy triste sólo puedo componer con la guitarra. Eso hice. Bellezza es una canción de guitarra y voz. Luego la fui vistiendo de campanillas, cortinas y demás arreglos con mi ibanez y con cacharros que tenía por casa. En la parte técnica siempre juego, pero siempre con Ableton, con Moog y con KV.
-¿Por qué escogiste a la cantante argentina Ruth Abramowicz para cantar en ‘Bellezza’ junto a ti? ¿Satisfecho con el resultado?
Porque precisamente no hice un casting ni pretendía un feat. Se eligió ella llamando a otra puerta en el momento preciso, y yo estaba tras esa puerta y acabó accediendo a otra casa diferente. Nada más escuchar a Ruth cantar lo vi claro. Siempre digo que los Argentinos hablan castellano con acento italiano y eso ha influído, pero más allá de eso, Ruth es una persona emotiva, disfrutona, es pura alegría y abundancia estar cerca de ella. Su voz es perfecta y comunica todo con una intuición que me deja lleno.
-Escuchando ‘Bellezza’ te damos la razón en que la electrónica orgánica puede servir de puente entre mundos tal alejados, en el tiempo y estilo, como los que se disfrutan, en perfecta sinergia, en este corte… ¿en ello radica buena parte de su excitante atractivo?
Si hace 15 años con mi banda tuviese esta canción, sería parecido el resultado. Nunca concebí un concepto tan arquetípico antes de plasmarlo. Pienso que la canción necesita esto o lo otro. A veces llamo a un pianista y otras a un batería y otras a nadie. No sé hasta que punto la electrónica es inorgánica y el pop es orgánico. Si se tratase de un bolero, otro gallo cantaría. El pop de hoy es más electrónico que mi electrónica orgánica. Yo honestamente sólo trato de hacer justicia a cada canción y darle lo que me pide la intuición.
-¿De qué manera afectó la pandemia a este ‘Bellezza’ que, sin duda, nos ayuda a escapar durante unos minutos de sus dolores y tristezas?
La canción no conoce la pandemia. Xackal tampoco la conoce. Vivo en Callao, aislado en este núcleo urbano. Aquí creo. No me afecta en exceso el contexto. No me afecta no ver a la gente, lo que me afectaría es dejar de sentirla. El covid fue la mejor excusa para comenzar de una vez este proyecto que llevaba muchísimos años planeando. Para crear hay que ser empático, para producir y publicar hay que ser brutalmente egoísta, dejar a la gente de lado, dormir poco, contestar mal a quien te quiere… El covid ha hecho que me dejen crear tranquilo y he podido mandar a la mierda a mucha gente y eso da lugar al equilibrio que necesito. Es más lo que expulsas que lo que guardas lo que te hace sentir completo.
-Para terminar Xackal, ¿cuánto te adeudamos por haber hecho esta canción que, sin duda, nos debíamos?
Dos años de escucha, los que tardé en publicarla. Así tendremos lo comido por lo servido.
