Red Axes ponen todo en mayúsculas: LOUD llega el 21 de noviembre y hoy, 26 de septiembre de 2025, presentan el single “GIRL” con videoclip y confirman fecha en Fabric (Londres) como parte de una nueva batería de directos y DJ sets.
El dúo israelí vuelve a zarandear su propio lenguaje: un giro decidido hacia guitarras y baterías sin soltar la piel electrónica que los hizo inevitables en cabinas y festivales.
En “GIRL” se asoman a un territorio crudo que respira indie soul y soft alternative rock. Hay sombra de The Velvet Underground, deriva de The War on Drugs y un pulso febril que podría dialogar con The Doors; por momentos recuerda la melancolía caleidoscópica de The Brian Jonestown Massacre. La canción, segunda entrega tras “Home ‘La La La’”, habla del deseo de cambio interior y crecimiento emocional. “La escribí en un momento de dolor intentando no huir, sentarme con ello y aprender”, explica Niv Arzi. “No va de grandes ideas espirituales, solo de ser real con lo que hay… no busca resolver nada, flota ahí, con los ojos medio cerrados y el corazón abierto”.
Quince años después de empezar como Red Cotton y renacer en Ámsterdam como Red Axes, su trayectoria bordea la etiqueta: de almacenes sudorosos a Coachella, Glastonbury, Sónar, Primavera, Burning Man, Berghain, DC-10 y más, publicando en Phantasy, Life & Death, !K7, Correspondant, Shall Not Fade o Crosstown Rebels. Su discografía larga —Ballad of the Ice (2014), The Beach Goths (2017), Red Axes (2020) y One More City (2023)— trazó un mapa entre indie-dance, house, techno, new wave y post-punk. LOUD abre un capítulo que les devuelve al nervio primordial de guitarras y tambores filtrado por una década de cultura club.
Cada pista del álbum mira a un mundo distinto: ecos de Franz Ferdinand, Queens of the Stone Age, MGMT, Tears for Fears o King Gizzard & The Lizard Wizard; del surf-rock de “Church Ave” al caos moderno y machacón de “Lava Lava”. No es reinvención: es movimiento perpetuo. Como apuntaban Crack Magazine (“han clavado el raro logro de tener un sonido propio sin estancarlo”) y Clash Magazine (“electrónica potente y lujosa con sensación analógica”), el secreto está en la tensión.


