La icónica arena londinense impulsará un nuevo modelo de financiación para Music Venue Trust mediante donaciones cada vez que un nuevo artista encabece su escenario
En un esfuerzo por reforzar la debilitada red de salas independientes en el Reino Unido, The O2 Arena ha anunciado un compromiso histórico: realizará una donación a Music Venue Trust (MVT) cada vez que un artista encabece el recinto por primera vez, inaugurando un modelo de apoyo directo a la música grassroots sin precedentes en el país.
La iniciativa, anunciada este fin de semana, arrancará con una donación inicial de seis cifras a MVT, la organización que representa a cientos de pequeños locales en todo el territorio británico. El movimiento se suma al impulso generado en el último año por la propuesta de un recargo de £1 por entrada en conciertos de estadios y arenas, una medida respaldada por el Gobierno británico y por artistas como Pulp, Diana Ross o Hans Zimmer, que ya ha logrado recaudar más de £500.000 para el sector.
Desde The O2, el mensaje es claro: este nuevo programa pretende convertirse en un modelo replicable para otros grandes recintos que se benefician del talento nacido en espacios independientes. Durante los próximos tres años, el venue realizará una donación directa al MVT por cada artista que debute como headliner en su escenario, reforzando así el frágil ecosistema donde muchas superestrellas dan sus primeros pasos.
Mark Davyd, CEO de Music Venue Trust, celebró la noticia destacando la responsabilidad compartida entre toda la industria:
“El éxito de nuestras arenas está directamente conectado con la salud de los espacios grassroots donde tantos de esos headliners comenzaron su viaje. Este movimiento marca un nuevo estándar para el sector. El O2 ha tomado la delantera; ahora es el turno del resto”.
La medida llega en un momento crítico: según datos del MVT, en 2024 cerró un local grassroots cada dos semanas, una cifra que refleja el impacto de la crisis del coste de vida y el debilitamiento continuo de la infraestructura musical independiente en Reino Unido.
Con este compromiso, The O2 envía una señal inequívoca al resto de la industria: el futuro del talento depende del presente de las salas pequeñas, y el apoyo económico directo de los grandes recintos podría ser una pieza clave para asegurar su supervivencia.


