El legendario DJ y productor argentino regresó a Madrid tras varios años de ausencia en la capital. El máximo representante del progressive-house volvió a sentar cátedra para alegría de sus muchos fans, que disfrutaron de un extended set en un abarrotado Nazca Club.
Hernán Cattáneo volvió a protagonizar una clase magistral de música. El icónico artista argentino, elegido tres veces como mejor deejay del mundo y ganador de un Vicious Music Awards en 2018, propuso un viaje musical de más de cinco horas y fue capaz de hipnotizar, por enésima vez, al público más exigente, que reunió a diferentes generaciones y que quedó entregado a su mágico sonido.
El pasado domingo, 24 de abril, Nazca Club se vistió de gala para recibir la visita del legendario artista argentino, cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de dedicación, pasión y un compromiso inquebrantable para defender una calidad musical única que se reconoce al instante como su sonido característico.
Un inolvidable viaje musical hacia lo más profundo del sonido progressive-house
Como es habitual en él, nos propuso un set de cinco horas que hizo las delicias de un público entregado, que abarrotó la Main Room y que no paró de bailar y disfrutar en todo momento.
Las puertas se abrieron a las 19 horas y cerraron pasadas las 5 de la mañana. El set de Hernán, que comenzó puntualmente a las 23 horas, abarrotó la pista principal con sutileza en las mezclas, armonías progresivas, kicks profundos y envolventes, y una fuerte carga melódica desde el comienzo, llenando de energía a un público que pudo disfrutar de una auténtico viaje sensorial durante más de cinco horas.
Por supuesto, la profundidad característica del ‘groove Cattáneo’ estuvo presente, aunque es cierto que creó un patrón musical que priorizó las armonías y los acordes melódicos. Las atmósferas se alinearon con un estado mental más onírico debido a las extensas ráfagas de sonidos armónicos, y la secuencia de tracks fue aumentando en profundidad y en carga sonora a medida que avanzó su set, para pasar por algunos momentos a sonidos algo más oscuros, aunque sin desviarse de sus característicos 122-123 BPMs. Música que erizaba la piel, mística, producción de alto nivel y un Cattáneo que demostró por qué sigue siendo diferente al resto.
El argentino estuvo acompañado de otros grandes artistas y del showcase de Circle
Karlos Molina fue el encargado de darle el testigo a la estrella argentina. Calentar una pista tan exigente y abarrotada desde tan temprana hora de la tarde no era tarea sencilla. Pero su set deslumbró a un público que no paró de bailar en ningún momento. Durante la hora y media que duró su sesión, el artista madrileño llevó a los asistentes a su terreno, donde propuso desde el comienzo un groove pistero, atmósferas marcadas, melodías infinitas y bajos listos para levantar los brazos y dejarse llevar.
Un set equilibrado, con un marcado ‘in crescendo’ en intensidad, con matices y hasta algo arriesgado sobre el final, con un fuerte contenido melódico, bajadas extensas y mezclas largas, para finalizar con un sonido intenso y emocionante, que comenzaba a adelantar lo que vendría posteriormente.
El evento, organizado por la promotora RollerCoaster y ABE, contó, además, con otras grandes figuras de la escena electrónica tanto nacional como internacional: en la Main Room, junto a Hernán Cattáneo, pudimos disfrutar de los beats de Luciano Surroca B2B Demattei y Joan Retamero. El cierre de la noche fue para el dúo Night Stories.
Por su parte, el colectivo Circle también estuvo presente con la energía, los temazos y las buenas vibraciones de sus fundadores, Ismael Rivas y David Berna, además de otras figuras nacionales del sonido melódico y progresivo, como 2Quimic, Soulwerk y Vico Deep.
Una noche memorable, sin duda para recordar durante mucho tiempo, donde sus protagonistas nos deleitaron con música de calidad que creó una magnífica sinergia con un público entregado desde el principio. ¡Maestro Hernán, Madrid a tus pies!
Fotografia por Juanma Alvarado