Hablamos con Natalia Piñuel, una de las voces principales en la lucha por el reconocimiento del papel y la importancia de las mujeres en el mundo de la música electrónica, y en general. Por su forma de trabajar, por todas las propuestas que siempre nos trae, por su artivismo, hablamos con ella, pues creemos que su opinión bien merece ser atendida.
Hola, Natalia. Muchas gracias por la entrevista.
Hola Pedro, un placer mantener esta entrevista contigo, gracias por invitarme.
Historiadora del arte, investigadora cultural y curadora en diferentes centros de arte e instituciones culturales. Coordinadora de la plataforma y festival She Makes Noise en La Casa Encendida de Madrid, dedicada a difundir el trabajo en la música electrónica y la experimentación audiovisual de artistas mujeres. ¿Cómo se adentra Natalia Piñuel en esta gran aventura?
Bueno, siempre me he movido en el sector cultural, desde que terminé la carrera de Historia del Arte en la Universidad de Salamanca y me vine a Madrid para seguir estudiando audiovisuales. En los comienzos, todo era muy precario, DIY, organizando proyecciones de vídeo en bares y centros autogestionados, después en 2007 junto a mi hermano, formamos la plataforma Playtime Audiovisuales donde hemos ido trabajando como distribuidora y llevando a cabo distintos proyectos curatoriales para Instituciones, museos y festivales. El gran salto, vino en 2015, cuando La Casa Encendida de Fundación Monte Madrid, se puso en contacto para llevar al espacio físico y organizar juntas el festival She Makes Noise que venía de la plataforma online, con el mismo nombre, que había puesto en marcha dos años antes. Desde entonces no hemos parado y ya en octubre del 2021 celebraremos la séptima edición.
Firme defensora de la potencia y la importancia de las mujeres en la escena electrónica nacional e internacional y muy activa en lo que a los temas y los debates de género respecta, ¿qué tal la lucha? ¿Cómo es abogar por estas cuestiones en un mundo al que todavía le queda mucho por hacer sobre las mismas?
Cómo bien dices, continúa siendo una lucha y te cansas, creo que las mujeres estamos ya muy hartas de seguir demostrando valía y excelencia profesional, a los hombres esto no les pasa, pero sigues porque, aunque se ha evolucionado mucho y al menos ahora hablamos abiertamente de feminismo, todavía queda mucho por hacer. Concretamente con el festival, sí me siento orgullosa porque hemos abierto puertas y ventanas para que en los festivales más mainstream y generalistas empezarán a repensar la situación y programen más mujeres en sus carteles, no sólo por una cuestión de paridad y de estadísticas (que también son importantes) si no por un nivel de calidad de las propuestas.
Eres autora de “Ellas Hacen Ruido/Panorama España” (Las Lindas Pobres, 2014) y “Ellas Hacen Ruido: Panorama Internacional” (Las Lindas Pobres, 2020). Podrías hablarnos sobre ambos, en especial del segundo, que es el más reciente. ¿De dónde viene la idea de editarlos? ¿Cómo te organizaste para escribirlos? ¿Contaste con la ayuda de alguien?
El Panorama España se editó como fanzineen 2014, con estéticas muy noventeras y supuso algo doblemente bonito; por un lado, crear un pequeño diccionario enciclopédico donde hablar de todas las mujeres que en España se habían dedicado a música electrónica y el arte sonoro desde los años 70, algo que no se había producido hasta entonces y, por otro lado, me unió a mi buena amiga Magui Dávila, responsable de la editorial ‘Las Lindas Pobres’ con quien continúo colaborando hasta hoy. El zine fue un pasito más en este work in progress de trabajo e investigación sobre las mujeres en la cultura electrónica que arrancó con la web en 2013. Los libros y el festival, suponen proyectos distintos, pero están íntimamente conectados. En 2020, en pleno confinamiento por la COVID, salieron unas Becas desde la Asociación MAV en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y sin demasiadas pretensiones, decidí aplicar para sacar un libro que supusiera un Panorama Internacional a Ellas hacen Ruido, Magui y yo teníamos ganas también de volver a las publicaciones, así que me presenté y gané una de ellas. Con tiempos muy delimitados y sin grandes presupuestos tampoco, pero en diciembre pasado, logramos terminarlo y ponerlo a la venta con bastante éxito. En los próximos meses, nos gustaría seguir indagando y poder sacar una segunda edición que incluyera también el Panorama de España, pero actualizado desde el 2014 hasta hoy y contar con las traducciones al inglés. Sería estupendo tenerlo listo para el 2022 pero necesitamos también los medios necesarios para llevarlo a cabo. Los libros los he escrito sola, fruto de muchos años de investigación sobre estas temáticas que nos ocupan.
¿En qué escenas crees que está teniendo más fuerza el feminismo?
En las calles y en las plazas, todos recordamos las manifestaciones históricas del 8M y la huelga general de hace unos años. Fue precioso y fue desde España, un país donde hay una triste tradición de comportamientos machistas que están enraizados socialmente, pero al menos ahora hay denuncias, ya no se trata solamente de violencia doméstica y la gente, sobre todo los más jóvenes, sienten el cambio. En el sector cultural hay una mayor visibilidad y difusión de las artistas mujeres, se intentan cumplir las cuotas e igualar los salarios, pero queda mucho por hacer desde la gestión y los llamados puestos de poder, donde todavía faltan muchas mujeres en cargos importantes.
¿Dónde sientes que está todo por hacer?
Si la sociedad está avanzando, falta un cambio real en la legislación, la administración y las distintas instituciones. Queda mucho por hacer ahora en la igualdad para las personas trans. Tenemos que entender la realidad no de forma binaria sino transversal, fluida y diversa. Hablar en términos de Transfeminismo. En España contamos con un Ministerio de Igualdad, pero hay una Ley Trans pendiente de aprobación por parte de gran parte del propio Gobierno que debe firmarse antes de finalizar este año. Los derechos de las personas trans sí importan. Todo esto tiene que tratarse desde pequeños, en el ámbito educativo, naturalizar la igualdad, el feminismo y la diversidad desde niñes.
¿Qué hacer para dar mayor visibilidad y soporte al trabajo de las mujeres en la escena de las músicas de baile? ¿Cómo hacer?
Nunca han existido tantas productoras de música electrónica, compositoras y Djs mujeres como ahora pero no se les da la misma difusión que a sus coetáneos hombres. Reescribir la historia, sabiendo que hay mujeres que se dedicaban a la denominada ‘música visual’ desde finales del SXIX o las pioneras experimentadoras de sonido en la BBC londinense, las Djs mujeres de la escena neoyorkina de los 70 etc. para contar las más jóvenes con referentes femeninos donde fijarse, es una tarea fundamental. Existe una responsabilidad por parte de comisarios, programadores y promotores de eventos para visibilizar a estas artistas, por su calidad y por paridad en los contenidos. Creo que faltan mujeres ‘al otro lado’ yo tengo la suerte de dirigir un festival de música, pero no hay muchas más y necesitamos periodistas culturales, coordinadoras, directoras etc. en definitivas mujeres en los puestos de poder, romper ese techo de cristal porque se necesitan esas/nuestras sensibilidades a la hora de investigar y dar a conocer otro tipo de proyectos fuera de la normatividad vigente.
¿Cuáles son tus planes a corto-medio-largo plazo?
Seguir trabajando como programadora cultural, es mi pasión. Más allá del She Makes Noise y desde Playtime Audiovisuales con Centros y Museos afines como el DA2 en Salamanca o el CA2M en Móstoles (Madrid). Además de continuar dando charlas y manteniendo encuentros sobre estas prácticas artísticas para abrir campo. Realizo un programa de radio también para La Casa Encendida “Derivas” que me encanta y os animo a escuchar.
Háblanos, por favor, del festival she makes noise –en cuya última edición estás trabajando ya–. ¿Puedes adelantarnos algo?
Os puedo adelantar las fechas, del 21 al 24 de octubre. Después de haber estado atravesadas por la pandemia en 2020 y con dificultades, pero poder sacar esa edición adelante, estamos ya desde La Casa Encendida preparando la séptima edición que tendrá de nuevo carácter internacional, sin olvidar por supuesto, siempre han estado ahí, a las agentes locales y mantendremos el formato híbrido, online y presencial. De momento, no puedo contar nada más, a partir del verano iremos sacando la comunicación.
¿Qué le dirías a quienes están empezando en el mundillo?
Que trabajen con ilusión, con ideas claras que arriesguen en las propuestas y sepan lidiar con la administración. Comunicar, incluso educar además de divertir desde la gestión cultural es importantísimo. Qué cada propuesta resulte interesante y amena para el que la hace y quien la recibe, pero también que conlleve pensamiento crítico y pueda servir para cambiar mentalidades y actitudes reaccionarias, por ejemplo, con respecto al papel de la mujer en la cultura electrónica, es importante. Tener mucha paciencia por que las cosas tardan en salir y consolidarse, es una carrera de fondo.
Muchísimas gracias, Natalia. De verdad. Ha sido un placer.