El pasado sábado 29 el club madrileño se despedía de enero con los sets de Damian Lazarus, Katy Sainz, Pomboklap y Vava
Por fin podemos ver las pistas de baile en su máximo esplendor, casi como antes de la pandemia. Y es que Madrid, últimamente, nos está sorprendiendo en cuanto a calidad musical; muchos son los artistas internacionales que eligen esta ciudad para deleitarnos con sus ritmos electrónicos y hacernos disfrutar de una noche memorable. Y eso es lo que está consiguiendo LAB theClub cada fin de semana, a partir del jueves.
Nosotros tuvimos la gran suerte de poder pasar una velada como hacía mucho tiempo que no recordábamos. Lo que más nos sorprendió fue el ambiente. Había una mezcla perfecta y una conexión brutal entre los DJs de la noche y el público. La verdad que echábamos de menos poder bailar libremente en la pista, comentar la fiesta con gente que acababas de conocer, compartir momentos, vivencias con tus amigos… nos sentíamos libres, con ganas de darlo todo y disfrutar hasta el final, como siempre.
En cuanto entramos a la sala, podíamos ver el buen rollo que se respiraba ahí y todos sonreímos sabiendo que nos esperaba un fiestón por todo lo alto. Y no nos equivocamos.
Desde primera hora, la gente estaba emocionada y bailaba al compás de los beats groove del joven Pomboklap, llenando LAB de potencia y color. Nos sorprendió cómo tan solo con 23 años pudo engancharnos a todos de esa manera. ¡El comienzo fue alucinante!
El club se fue llenando sobre la 01:30/02:00 am justo cuando empezaba la creadora de ese pedazo fiestón; Katy Sainz, aparte de volvernos completamente locos con su toque personal deep house, nos hizo bailar sin parar ni un segundo y ahí fue cuando entendimos lo que es apreciar la buena música electrónica. La DJ, una mezcla explosiva entre Filipinas y España es la promotora de Black Heart, el evento de aquella noche. Ella, junto a su equipo, se dedican a organizar fiestas de música electrónica tanto en Madrid como en Barcelona, Marbella e Ibiza y tienen como lema “donde la música se encuentra con tu corazón”. Y así fue, nuestro corazón latía al ritmo de los bpms, creando una sinergia magnífica entre la música y nuestro cuerpo.
A medida que avanzaba la madrugada, alucinábamos cada vez más con LAB. El entorno, el decorado y el conjunto de bailarines que formaban parte de la performance era increíble. Podíamos ver cómo su indumentaria tipo fantasía, recreando a ninfas y seres del bosque, y sus coreografías se complementaban a la perfección con los sonidos houseros pero contundentes de los artistas, creando una atmósfera sensorial excelente.
No dejamos de bailar en ningún momento y es que la potencia musical iba in crescendo y la ocasión lo merecía; ¡llevábamos mucho tiempo encerrados sin disfrutar de una velada como esta!
Después de disfrutar de un house de lo más bailongo, con la pista caldeada gracias a estos dos pedazo artistas, Damian Lazarus hizo su entrada triunfal, como si de una tormenta musical se tratase. Una sesión donde predominaron por un lado ritmos melódicos combinados con tech house y deep house además de sonidos tribales, característicos del DJ inglés. Lazarus nos dejó sin aliento a todos en más de una ocasión y es que miraras por donde miraras todo el mundo bailaba, algunos de forma frenética y otros más relajados, extasiados por los tracks que pinchaba sucesivamente nuestro maestro de ceremonias.
Y aunque tuviéramos ganas de más, la noche llegaba a su fin. Vava puso el broche de oro a este fiestón, donde pudimos gozar de las últimas melodías electrónicas. Agotamos todas nuestras fuerzas, se trataba de la última artista de la noche. A través de su house melódico mezclado con vocales, que hacían que el público gritase y tararease los tracks, consiguiendo una cercanía y unión inigualables.
Un sold out que debemos agradecer tanto al público que acudió aquella noche hasta LAB, como a los organizadores Black Heart y Oh Madre! Si tú, que nos estás leyendo, no has podido asistir a este evento, ¡no te preocupes! porque Febrero viene cargadito, así que, esperamos verte ahí, dándolo todo, en la pista de baile.
