Simone Quilici, nuevo director del Parque Arqueológico del Coliseo, confirma que los eventos musicales estarán “cuidadosamente controlados”
El Coliseo de Roma, uno de los monumentos más emblemáticos del mundo, no se convertirá en una pista de baile. Así lo ha aclarado Simone Quilici, el nuevo director del Parque Arqueológico del Coliseo, tras los rumores que circularon en redes sociales sobre la supuesta celebración de raves en el histórico anfiteatro.
A principios de mes, Quilici mencionó en una entrevista con un medio italiano su intención de organizar conciertos en el Coliseo, lo que desató una ola de publicaciones virales con imágenes generadas por inteligencia artificial que mostraban raves masivas con luces y escenarios futuristas en el interior del monumento.
Ante la confusión, el director aclaró el 26 de octubre que cualquier evento musical celebrado en el Coliseo deberá ser cuidadosamente planificado y controlado. Su propuesta se centrará en géneros como el jazz o la música acústica, alejándose de los grandes espectáculos que podrían alterar la tranquilidad del entorno.
“Mencioné a ciertos artistas —no por casualidad— que tocan música calmada y atraen a un público tranquilo, porque lo importante es que no haya multitudes descontroladas”, explicó Quilici a la agencia Associated Press. “Cuando hablé de ‘rock con moderación’, me refería a un tipo de música más serena y respetuosa con el espacio.”
La idea de ofrecer conciertos en el Coliseo no es nueva. El anfiteatro ya ha sido escenario de actuaciones especiales a lo largo de los años, con artistas como Ray Charles (2002), Paul McCartney (2003) y Andrea Bocelli (2009).
Sin embargo, el debate sobre el impacto de los conciertos masivos en sitios patrimoniales ha crecido en el último año. Recientemente, el Centro Egipcio de Derechos Económicos y Sociales presentó una demanda tras los conciertos de ANYMA y Circoloco en las Pirámides de Giza, argumentando que este tipo de eventos ponen en riesgo la integridad estructural de los monumentos antiguos.
Por ahora, el Coliseo de Roma no será escenario de raves ni festivales electrónicos, sino de propuestas musicales íntimas y respetuosas con el valor histórico del lugar.


