El pasado sábado fuimos testigos de un evento espectacular en el que brillaron The Martinez Brother
Conseguir consolidar una fiesta en Ibiza no es una tarea fácil, es un empeño titánico debido a la gran competencia que existe. Por eso lo que ha logrado Black Coffee es un hito, mantener su evento de los sábados en Hï Ibiza en lo más alto no es asunto baladí. Black Coffee ostenta el prestigioso título de ser el primer residente de la historia de Hï Ibiza y año tras año, la importancia de la superestrella sudafricana crece con la fascinante residencia que lleva su nombre. Ha logrado convertir la noche del sábado en un concepto de sofisticación tribal, esplendor espiritual, invitados de primer nivel y esa esencia africana tan especial.
El pasado sábado vivimos un evento en mayúsculas, un ejemplo de la magnitud del proyecto y una delicia para los gourmets de la mejor música electrónica. En The Club pudimos disfrutar de la sesión de Capoon, el belga profundizó en su sonido orgánico, oriental y de influencia mundial, impulsado por grooves que laten en el corazón y con una esfera sensual y emocional que te mete de lleno en la narración musical. Serge Devant nos regaló un set especial, cargado con esa complejidad propia de este artista que está comprometido con no dejar indiferente a nadie. Y para finalizar el rey de The Club, Damian Lazarus que demostró una vez más Como DJ, su maestría. Un auténtico contador de historias, un perfecto conocedor de los recursos para que una pista de baile explote, y que logró elevar la atmósfera de Hï Ibiza y llevarnos a otro nivel de experiencia.
En The Theatre comenzamos con la actuación de Jamiie, una actuación basada en sus influencias africanas marinadas con el sonido House y el Techno. Logró crear una atmósfera cargada de emoción, alternando componentes profundos, melódicos y besados por sintetizadores están en constante sinergia con elementos edificantes y tribales coloreados por una energía rítmica, percusiva y espiritual. The Martinez Brothers llegaron a la cabina y revolucionaron toda la sala. Su versatilidad es apabullante, creando ritmos con un aire psicodélico y desconcertante, pero tremendamente contagiosos. Su empatía con el público se puso una vez de manifiesto, manejando las masas a su antojo con una facilidad sorprendente. Desde el primer minuto hasta la última nota nos dejaron con una sonrisa de felicidad tatuada en nuestras caras. Para poner la guinda a una noche tan especial quién mejor que Black Coffee, un artista que ha derribado fronteras musicalmente, acercando al mundo sus raíces sudafricanas con una mezcla de percusión fuertemente tradicional africana y techno. Su set fue lo más parecido a una masterclass de cómo manejar el sonido con elegancia pero sin perder la frescura necesaria para dotar a cada composición de una naturalidad primitiva.
Cada vez que asistimos a una fiesta de Black Coffee en Hï Ibiza nos damos cuenta que este es el camino, que el concepto clubbing necesita más propuestas como ésta. Su compromiso y su apuesta por una forma diferente de entender la música electrónica es de lo más enriquecedora, valiente e inmersiva. Si aún no has experimentado en tus carnes la atmósfera que se genera en la residencia de Black Coffee te invitamos a que lo hagas lo antes posible, tu espíritu electrónico te lo agradecerá.