Afterlife regresó a la isla blanca para dar comienzo a su cuarta temporada ganándose a pulso ser considerado uno de los eventos más espectaculares de Ibiza.
Y lo ha conseguido a base de un despliegue brutal tanto musical como visual, dejando boquiabiertos y ojipláticos a los afortunados que logran asistir a alguna de sus fiestas. Por eso nos sentimos dichosos de poder asistir a su opening party el pasado 22 de junio en Hï Ibiza y disfrutar de un concepto que nos hace sentirnos orgullosos de amar la cultura clubbing.
Las tres salas de Hï Ibiza se encontraban en pleno funcionamiento cuando atravesamos la puerta del club de Playa n Bossa. Su decoración, su tecnología al servicio de la fiesta, una vez más nos transportaron al futuro. En cada una de ellos se relataba un cuento musical estimulante e inmersivo, con artistas que fusionaban perfectamente su talento con el contexto en el que se hallaban. En el Wild Corner disfrutamos como niños de la actuación del trío londinense Eynka, que han llamado la atención de respetados DJs, desde Claptone a DJ EZ, y han publicado música a través del sello español BeatFreak Recordings y el sello Dynamic de Solomun. Su último lanzamiento en Stress muestra el incesante crecimiento del trío y la búsqueda de la perfección en su sonido.
En la Sala Club fuimos testigos del dinamismo de los sets de Chris Avantgarde y 8Kays, que precedieron a la actuación de los habituales de Afterlife, Mind Against. Este dúo formado por Alessandro y Federico Fognini nos regaló una aventura musical que bebía de las raíces combinadas de la IDM, el house y el techno fluido y conmovedor.
Una vez en Theatre nos sumergimos en la sesión de Argy y de los invitados especiales Rüfüs Du Sol, que gracias a su pasión analógica y visual, nos trasladó a la mágica espontaneidad del proceso de estudio del grupo en un formato sin precedentes basado en las actuaciones en directo. Pero de nuevo los grandes triunfadores fueron Tale Of Us cerrando la noche. Karm y Matteo volvieron a romper los límites poéticos y emocionales, llevando el regocijo y el asombro a todos los que nos encontrábamos allí presentes. Su capacidad de conectar con las emociones más primarias y más complejas es algo asombroso. Su pulcritud y pasión en la cabina volvió a infectarnos con sonidos que van más allá de una simple sesión electrónica.
En resumen vivimos un opening party por todo lo alto, disfrutando de un espectáculo visual que cambia los paradigmas, con una iluminación láser de ciencia ficción, un diseño de sonido excepcional y una atención meticulosa y obsesiva a los detalles estéticos. Sin duda alguna estamos ante una experiencia excepcional en todos los sentidos, un concepto de vanguardia que encaja a la perfección con la filosofía de Hï Ibiza y que nos dejará momentos memorables durante esta temporada. El futuro está aquí y se llama Afterlife.