Nicolas Rada, el DJ y productor de progressive argentino que ha producido trabajos junto a Nick Warren.
Los inicios en la música de Nicolas Rada
¿Cuáles son tus orígenes musicales?
De chico, como muchos, quería formar una banda con compañeros de la escuela. Siempre me gustó la batería, la percusión, pero es un instrumento complicado sobretodo para cuando vivís en un edificio y hay vecinos. Así que nunca pude ser baterista. Pero cuando algo está dentro de uno, en algún momento surge.
Mi hermana más grande me acercó mucha música de chico, yo escuchaba lo que ella escuchaba: Deep Purple, Led Zeppelín, Pink Floyd, Black Sabbath… etc. Amaba a los bateristas John Bonham, Ian Paice. Así que la culta acá era ella. Mientras ella escuchaba el disco entero, yo ponía los temas que me gustaban una y otra vez, mil veces. Tenía la película de Led Zeppelín en VHS y me quedaba horas viendo el solo de batería de Bonham. Creo que ese fue mi primer acercamiento a la composición de los temas.
¿Qué era una pieza musical? Cómo lograban eso? Cuadraturas, partituras, etc. Luego me expandí musicalmente, conocí más bandas y me compré mi primer CD de Queen. En la primaria también escuchaba rock nacional, Sui Generis, Charly Garcia, Fito Paez por ejemplo. Nunca me cerré solo en un estilo, la verdad escuchaba de todo, hasta tenía un CD de Andrea Bocelli de mamá (italiana) y vinilos de música árabe de mi padre (libanés). De todo lo que escuchaba sacaba algo, me gustaba la música en general.
Gracias a Internet, conocí Radiohead por ejemplo y la música electrónica, año 2002/2003. Luego comencé a producir por el año 2005. Me había dado el gusto de explayarme en la percusión pero digitalmente. Más de grande comencé a tomar clases de piano y descubrí que es uno de los mejores instrumentos del mundo. En momentos de mi vida pongo música clásica como Chopin o Beethoven.
¿Cuáles son tus planes de futuro?
Mis planes son tratar de seguir un crecimiento continuo, cultural y técnico, del cual pueda estar satisfecho año tras año. Así que trato siempre de mejorar, llegar a fin de año y evaluar lo realizado, en base a eso, planear nuevas metas para el próximo. Relajarse es un plan a futuro también, ya que permite la improvisación de las cosas.
¿Cuáles son tus pasiones fuera de la música?
Soy piloto comercial y amo volar, desde chico que puedo darme el gusto porque siempre fue una pasión, ahora estoy por rendir la licencia de instructor de vuelo, así que también aparte de la pasión se agrega el estudio, para luego dedicarme a enseñar.
La gente lo ve como algo tenso a veces, pero una vez que estás en el aire, no tiene precio. Es una relajación como si escuchases música clásica. Más allá de que la música relaje, uno se vuelve muy concentrado en lo mismo mes a mes, entonces ahí están los hobbies. Salir a comer afuera, hacer asados en familia o con amigos son otras pasiones.
Trato siempre de mejorar, llegar a fin de año y evaluar lo realizado. Y en base a eso, planear nuevas metas para el próximo.
¿Cómo comenzó tu relación con Nick Warren?
La primera relación fue musical, de admirador a dj y de productor a productor. Con el paso del tiempo y luego de mandarle miles de tracks, Nick me pregunta si lo ayudaba a terminar unos proyectos que él tenía. Así de sencillo fue el acercamiento. Luego nos conocimos personalmente, hicimos algunos trabajos más y creamos un EP (Land Of Dreams) para The Soundgarden, con tres tracks.
Las veces que podemos juntarnos a hablar en diferentes ciudades lo hacemos. Más allá de eso Nick es una persona increíble, con mucha calidez y humor. Eso te lleva a relajarte y a separar su figura artística de su persona. Así que ese vínculo personal, nos lleva mucho más allá del trabajo.
Nick no te marca ninguna distancia, es una persona que te trata de igual a igual, y tiene una carrera enorme. Una vez estábamos cenando en una parrilla de Buenos Aires y me dijo si quería hacer un álbum. Yo le pregunte, –mío?, -si, haz lo que tu quieras, me dijo. Creo que fue un antes y un después en mi carrera, del cual me hizo ser más profesional, ver las cosas de otra manera y aprender a tener una paciencia inmensa.