Charlamos con Xavi Barranquero, uno de los compositores, productores y técnicos de sonido (como él mismo se define) más prolíficos en la historia de la música dance en nuestro país. Habiendo trabajado durante 15 años en la compañía discográfica Blanco Y Negro Music, ha sido creador de formaciones tan importantes como Clublanders o Paul Droid, además de pieza fundamental en proyectos tan exitosos como ‘Maestro’. Repasamos su trayectoria, desde sus inicios hasta la actualidad, en esta interesante entrevista.
¡Hola, Xavi! Es todo un honor para Vicious Magazine tenerte con nosotros para charlar acerca de tu carrera y de otros asuntos relacionados con la escena electrónica. Nos gustaría empezar hablando un poco acerca de ti. Te defines a ti mismo como compositor, productor y técnico de sonido, en ese orden. Pero, ¿quién es Xavi Barranquero y de dónde adquiriste tu enorme pasión por la música?
¡Hola Iván! ¡El placer es mío! Empiezas fuerte… Me resulta muy difícil decirte quién soy yo. Quizás me definiría como un tipo con suerte. Suerte por muchas cosas, pero especialmente por haber vivido de hacer canciones.
Me defino en ese orden porque lo que siempre me ha gustado es componer, y para que mis canciones llegaran a la gente, como yo las tenía en mi cabeza sin pasar por más filtros, tuve que aprender a producir. El paso siguiente es que terminas convirtiéndote en técnico de sonido para no depender de nadie, y así completar la ecuación.
Mi pasión por la música me viene como al 99% de las personas que conozco: en plena adolescencia descubres canciones en la radio que acababan en forma de vinilo en tu casa, y terminas adorando hasta el último surco de las caras B de esos discos, descubriendo canciones aún más maravillosas que las que sonaban en los medios.
Posteriormente, allá por el año 90, me voy a vivir la aventura de trabajar en Ibiza, donde entablo amistad con algunos DJs de la isla y empiezo a amar la cultura de club, hasta el punto que se vuelve mi modus vivendi en los siguientes años.
Empezaste a trabajar en el mundo de la noche como RRPP, y pronto comenzaste a producir temas junto a tus amigos Gabriel Va (Gabi Newman) y Toni Mora. Uno de ellos, ‘Break The Silence’, con el nombre de la formación Status, fue editado por Max Music allá por 1994, y se convirtió en un himno en todas las salas de la época, y aún a día de hoy sigue siendo recordado. ¿Fue este tema, quizá, el que supuso un antes y un después en tu carrera musical? ¿Cómo surgió aquella producción y qué significó para lo que vendría después?
Ese tema fue el tercer disco que sacamos al mercado con Gabi y Toni, con quienes formamos la productora MF Station, y el primero que tuvo una repercusión palpable.
Es una canción totalmente inspirada en el ‘Maniac’, fusionada con piano aprovechando el tirón de temas producidos en esa época, como el Terminal ‘Poem Without Words’.
Además, tuvimos un salto espectacular en la producción debido a la mano de uno de los mejores productores del país, como es Xasqui Ten. Él añadió alguna melodía que nos faltaba para redondear la composición, así como el sonido que sacaba de su estudio, que estaba a años luz del que nosotros, por medios y conocimientos, podíamos conseguir por aquella época.
El ‘Break The Silence’ supuso para nosotros el que nos tomasen un poco más en serio en las compañías, y para mí, personalmente, un placer muy grande cada vez que veía a la gente dar saltos en la pista con algo que había salido de nuestra cabeza… Con 21 años era algo que me resultaba difícil creer que me estuviera pasando a mí.
Para colmo, supuso la antesala de algo muy grande que vendría después: el Ororo ‘Zombie’, con el que conquistamos durante 10 semanas seguidas la posición número uno de la lista oficial de ventas.
Justo al poco tiempo, llegó nuestra versión del ‘Save Your Love’, con lo que ya se cerró la discusión sobre si nuestro idilio con el mercado musical había sido un golpe de suerte o una cuestión de talento.
Fueron muchos kilómetros de carretera y muchos fines de semana fuera de casa, actuando en cualquier situación imaginable por discotecas de todo el país, unas veces muy bien, pero otras… con medios muy precarios, llegando a actuar encima de alguna barra de algún que otro tugurio.
Fue una época donde aprendimos todo lo relacionado con el mundo del espectáculo. Y sí… con el ‘Break The Silence’ empezó todo.
Llevas más de 30 años inmerso en el mundo de la música, y has vivido todos los cambios tecnológicos desde tus comienzos hasta el día de hoy. ¿Hay algo que actualmente eches de menos de aquella época? ¿Crees que cualquier tiempo pasado fue mejor, o te has adaptado a los cambios dejando de lado esa nostalgia que invade a muchos?
¡Por supuesto que me he adaptado a los cambios… no he tenido más remedio! Las nuevas tecnologías tienen la virtud de hacerte ganar tiempo por un lado, porque ya no tienes que estar media hora cuando llegas al estudio programando todo para que esté como el día anterior, o puedes intercalar proyectos sin miedo a perder la configuración de la mesa de mezclas. Pero la parte negativa es que, al haberse multiplicado por 100 los recursos disponibles gracias a los avances informáticos, es muy fácil perderse en los procesos. Tienes que tener muy claro el sonido que buscas, porque por el camino aparecen muchas posibilidades que no tenías en la cabeza y que te hacen tener más dudas.
Antes tenías 8 módulos y sintes, y en un rato te lo habías repasado todo. Ahora, con las nuevas tecnologías, las posibilidades son infinitas, y por lo tanto las dudas han aumentado exponencialmente.
Yo siempre digo lo mismo: Mi trabajo es más una cuestión de descartes que de falta de ideas. En una producción, suelo generar muchas secuencias y sonidos que se solapan entre sí, y al final tienes que saber discernir lo imprescindible de lo que no lo es. Muchas veces es muy complicado, porque te convencen diferentes opciones. No tienes otra que tomar distancia y buscar otro momento para decidir, con los oídos frescos, de qué vas a prescindir o cómo vas a reordenar todo. Sobre esto, realmente podría hablar mucho rato…
Y por supuesto, el tema de l@s vocalistas. Antes, grabábamos en cinta de bovina. O convocabas a una cantante realmente buena, o podías pasarte semanas para grabar una canción, porque no podías hacer como ahora, que existe la posibilidad de usar sílabas de diferentes tomas e incluso afinadores muy potentes. Aunque ojo… los afinadores no hacen milagros, necesitas una buena voz, sobre todo si no quieres que se perciba cómo actúan. Si no te importa que se note, entonces todo el mundo puede cantar. Mejor nos ahorramos citar ejemplos, jeje…
Uno de tus proyectos artísticos más importantes es, sin lugar a dudas, el de Paul Droid, con un sonido más serio, si podemos catalogarlo así, y más europeo. ‘Rings Of Saturn’, de 1997, editado por Insolent Tracks, un subsello de Blanco y Negro Music, fue el comienzo de todo. Posteriormente, llegarían otras maravillas como ‘Missing Inside Me’ o ‘Feelings’, con la voz de Sunniva. ¿Qué nos puedes contar de tus comienzos como Paul Droid?¿Cómo describirías tu proceso de producción para conseguir aquellos temas con tanta calidad?
Pues sí… Paul Droid me ha dado muchas alegrías, y seguramente sea mi alter ego más conocido. La verdad es que da para un rato…
Allá por el año 97 estábamos en plena resaca de la mákina, y sonaban cada vez con más presencia otros estilos como el house o el techno. Intenté evolucionar hacia un estilo más europeo y no tan autóctono como casi todo lo que se hacía por aquí, así que para darle más credibilidad a mis producciones me busqué ese pseudónimo y así evitarme etiquetas impuestas por trabajos anteriores. El invento funcionó tan bien que incluso hoy en día me escribe mucha gente diciéndome que no sabían que Paul Droid es de aquí.
El caso es que produje el ‘Rings Of Saturn’ teniendo el honor de ser la cuarta referencia de un sello como Insolent Tracks. Fue editarlo y me fui a Londres a pasar una temporada para estudiar sonido, porque aquí no había nada que me convenciese.
Ese disco, sin yo saberlo, se convirtió en una semilla, ya que en una de mis charlas telefónicas con César Lorés, A&R de Blanco Y Negro, para saber cómo estaba funcionando mi track, me comentó que había una vacante en los estudios de la compañía, y que creía que yo podía encajar, así que hice las maletas y volví para Barcelona.
Después de unos días de prueba, hice una remezcla del tema ‘Secret Love’ de Shah, que entró directamente a la lista oficial de ventas, ganándome así un lugar fijo en la compañía.
Y ya allí dentro se terminó de forjar el personaje y todas esas producciones que tantos buenos momentos han dado a público y DJs, siempre bajo la atenta mirada y la supervisión de César.
Por mi trabajo, estaba totalmente inmerso en la cultura de club, pero en mi tiempo libre escuchaba mucho pop (The Smiths, U2, Depeche Mode), y de esa mezcla nació Paul Droid: un productor capaz de unir la fuerza y la pegada con el sentimiento.
Otro de tus grandes akas ha sido el de Clublanders, junto al tristemente fallecido Moncho Tamames, con la colaboración de Francesc Borràs y con las voces de Irene César. ‘World Of Love’, en mi opinión, es un tema atemporal que me sigue emocionando como el primer día, 25 años después. ¿Cómo surgió Clublanders y qué análisis puedes hacernos con la perspectiva que te da el paso del tiempo?
Clublanders nació de la colaboración entre Moncho Tamames y yo. Él era en ese momento A&R de Blanco Y Negro junto a César, y quiso que hiciéramos algo juntos siguiendo el hilo de mi sonido como Paul Droid.
Yo me encargaba de la producción, Moncho de las letras, y entre los dos componíamos la melodía vocal.
Francesc Borràs trabajaba como productor y técnico para Moncho, y se encargaba de producir las caras B con el material que le facilitábamos, alguna vez con más éxito que la versión original, como fue el caso de ‘Set Us Free’, que funcionó muy bien en Francia gracias a su versión baleárica.
Es innegable que fue un tándem exitoso. Por supuesto, no dejaré pasar esta oportunidad para reconocer la gran aportación que hizo Irene César con su voz a la trilogía de Clublanders. La pista vocal es, sin duda, la parte más importante de una canción, la melodía vocal, la letra y, por supuesto, el timbre y la interpretación.
Como curiosidad, en la portada del ‘World Of Love’, Moncho, César y yo salimos en algunas fotos haciendo el gamberro en algunas de nuestras salidas nocturnas. Aprovecho para rendirle un pequeño homenaje desde aquí, y le envío un gran abrazo dondequiera que esté. ¡Gracias por todo, Moncho!
Precisamente, en la actualidad realizas los ‘Paul Droid Tour’ y ‘Clublanders Tour’ en diferentes salas y festivales de toda la geografía española. Recientemente, tuve la fortuna de poder saludarte en algunos de estos espectáculos, como en ‘Love The Twenties Festival’ o en ‘La Buena Época’ junto a DJ Neil. ¿Qué supone para ti este regreso al pasado a través de estos shows? ¿Por qué crees que la denominada música ‘remember’ sigue teniendo tanto tirón en nuestro país?
Lo que está sucediendo con la movida remember no nos lo esperábamos nadie. A veces, lo hablamos con varias figuras relevantes de la escena y ha sido una sorpresa para tod@s. La verdad es que me siento muy afortunado de estar en ese grupo de elegidos.
Soy consciente de que mis producciones no tienen el tirón que tienen otras con un sonido más “40 principales”, pero el hecho de que se pincharan en todos los rincones del país ha hecho que nuestros shows tengan su lugar en toda esta movida.
Luego hay que reconocer que los tiempos cambian: lo que antes eran orquestas en los pueblos tocando éxitos para satisfacer las demandas del público de cierta edad, se han convertido en fiestas remember con DJs y formaciones de la época.
El por qué ha sobrevivido este estilo y no otro… pues me costaría encontrar una respuesta. Creo que ha sido la conjunción de varios factores, pero seguramente uno muy determinante es que fue el estilo dominante con diferencia a nivel global.
Aprovecho para declararme fan total de Valencia. En ningún sitio del país viven la música, el salir y la fiesta, vaya, de una forma tan sana. Las caras de disfrute que veo cada vez que vamos por allí no las veo en otros sitios y ¡ojo!… no digo que los demás lugares no valgan nada, en general hay una predisposición excelente en todas partes… pero en Valencia ganan de calle.
Además, es donde veo franjas de edad más amplias disfrutando de toda esta movida. Realmente han sabido dejar el legado de este rollo a las nuevas generaciones.
Además de todo esto, también has realizado trabajos para TV en diferentes campañas, música para cuñas, así como bandas sonoras para largometrajes y dibujos animados. ¿Qué han supuesto estas experiencias para ti? ¿Hay algún sueño que te quede por cumplir en el mundo de la música con esta impecable trayectoria profesional?
Pues me quedan algunos sueños por cumplir, como componer y producir la banda sonora íntegra para una buena película. Mis incursiones en ese terreno han sido, hasta ahora, aportaciones muy pequeñas. Me encanta el cine, y creo que si no me hubiera ido bien con la música, habría luchado por involucrarme en ese mundo de alguna forma.
Otra cosa que tengo en marcha es un proyecto muy personal, al que le voy dedicando el poco tiempo del que dispongo. Tengo bastante material compuesto, y es un proyecto muy íntimo y personal donde la electrónica tiene un papel secundario… ¿quién sabe?… quizás en unos años lo termine y vea la luz.
Y digo que lo tengo compuesto y que tardará mucho tiempo en ver la luz porque en mi trabajo la parte divertida es ese 10% que pasas al piano canturreando y tocando para darle forma a una composición… el 90% restante es pura técnica y requiere de muchas horas que no son tan divertidas, aunque tienen su intríngulis.
Otro de los proyectos que más ha llamado la atención estos últimos años ha sido el live show denominado ‘Maestro’, en el que también participaste junto a otras figuras de la escena como Marc Timón, Xavi Escolano o David Gausa, y que consiste en rememorar los éxitos de los últimos 25 años dentro de la música electrónica, pero tocados por una orquesta sinfónica. ¿Qué nos puedes contar acerca de este proyecto y qué ha significado este hito para ti?
‘Maestro’ es, sin duda, el proyecto en directo más ambicioso en el que he trabajado. De hecho creo que, sin que suene rimbombante, es una de las producciones más complejas que se pueden ver en el mercado.
El proyecto nació como un encargo de Flaix Fm para conmemorar su aniversario y, como bien dices, Iván, ‘Maestro’ lleva al terreno de la música clásica, 25 años de música electrónica.
Una orquesta sinfónica, una banda formada por bajo, batería y guitarra, y seis cantantes para cubrir todo el espectro vocal… unos visuales increíbles… un equipo técnico de lujo… más de 100 profesionales implicados… buffff… ¡una locura!…
En el apartado de la producción musical estamos Marc Timón, quien tiene la tarea de hacer todas las partituras y los arreglos orquestales, así como de dirigir la orquesta en directo; Xavi Escolano, capitán del barco y encargado de la dirección artística global; y David Gausa y yo mismo, encargados de la producción electrónica.
Cuatro locos por la música que conquistamos el Liceu de Barcelona o el Teatro Real de Madrid, entre muchos otros sitios… vacas sagradas de la lírica al servicio de la electrónica. La verdad es que ver el Liceu con todo su público de pie bailando, no tiene precio.
Al mismo equipo creativo se nos encargó la creación musical del espectáculo de inauguración de la Copa Davis 2019, en La Caja Mágica de Madrid. Otra historia que necesitaría un capítulo entero.
La verdad es que soy un animal de estudio, y seguramente por la cantidad de horas que paso yo solo guisándomelo todo, valoro enormemente cuando tengo que salir a la carretera para compartir tiempo y trabajo con otros profesionales, y más cuando son buenos amigos.
En 2016 fundaste WeSoundMaster junto a otro legendario artista como Julio Navas, donde realizáis trabajos de producción y composición musical, mezcla y mastering, así como grabación y producción vocal. Cuéntanos un poquito más acerca de este interesante proyecto, así como en qué punto se encuentra en la actualidad.
Julio es una de las personas que más admiro dentro del panorama musical. A lo largo de los últimos 30 años no sólo ha demostrado ser un gran productor, sino que ha sido de las pocas personas que conozco que, además, ha sabido crear un sello discográfico de éxito (Fresco Records) de la nada, y colocarlo en el mapa mundial.
Los dos somos personas cercanas y con una comunicación muy frecuente entre nosotros, así que un día apareció la idea de unir nuestros conocimientos para ofrecer todo tipo de servicios relacionados con la música a cualquier persona que lo necesite, sin importar su grado de experiencia. Entre los dos, cubrimos con solvencia todo el abanico de estilos musicales, mezcla, mastering, producción, composición, diseño sonoro… y esto sólo en la parte creativa. A nivel de gestión, también ofrecemos servicios de mentoría, consultoría artística e incluso enlazamos a nuestros artistas con sellos discográficos de todo el planeta, haciendo uso de la cantidad de contactos que hemos acumulado a lo largo de los años. Cualquier cosa que tenga que ver con la música, tiene cabida en WeSoundMaster.
En la actualidad, es un proyecto que goza de muy buena salud. Contamos con un buen puñado de DJs y otros productores, así como agencias de management y compañías discográficas que cuentan con nuestra experiencia para sacar adelante sus proyectos.
Dime tres nombres que hayan sido imprescindibles en tu carrera.
Mmmm… ¿tres nombres? Citaré tres momentos/lugares. Citar sólo a tres personas me resultaría imposible.
Por orden cronológico, primero va MF Station. Son los principios, la inocencia, la suerte del novato… Con 21 años creamos de cero un estudio de grabación del que salieron un buen puñado de éxitos.
Esta aventura hubiera sido imposible sin mis socios en ese proyecto: Gabriel Va, DJ de Unik, la discoteca en la que yo trabajaba como RRPP por esa época, la persona que me enseña a secuenciar con un Atari y un Cubase, y a utilizar el Sampler; y Toni Mora, DJ y locutor de Radio Club 25, una de las emisoras de radio más potentes de esa época, y con una cultura y un amor por la música fuera de lo normal, del que me empapé muchísimo.
Toni, además de ser uno de los mejores dobladores del país es, a día de hoy, como un hermano. Cuando se terminó la aventura de MF Station, tuvo la generosidad de dejarme un espacio en el garage de su casa para que yo pudiese continuar con la música. Un gesto por el que siempre le estaré agradecido. En ese garaje se creó el ‘Rings Of Saturn’, y nace Paul Droid.
Luego viene Blanco Y Negro. La profesionalización, la estabilidad, vivir el funcionamiento de una compañía en primera persona. Estuve 15 años maravillosos llevando uno de sus estudios, compartiendo horas con los mejores DJs y productores de esa época.
Podría citar a cada una de las 30 personas que formaban la plantilla de la compañía, ya que tod@s, en mayor o menor medida, hacían que todo girase, pero resumiendo citaré sólo a tres:
Quim Quer, productor residente cuando yo llegué. Un lujo compartir espacio y tiempo con él, y la cantidad de consejos que me llegó a regalar a lo largo de los años. Cuando eres prácticamente autodidacta, encontrarte con alguien que te lleva 10 años de ventaja en tu profesión, es una bendición.
Félix Buget, capitán general y creador de la marca. Al final, todo aquello existe porque él lo creó. Una persona accesible; aunque mi trato con él nunca fue muy fluido, siempre le estaré agradecido por dejarme formar parte de aquello.
Y cómo no, César Lorés. A&R de la discográfica. Gran amigo. La persona que supo ver en mí a un productor capaz, con la que compartí muchas horas en el estudio y que, con sus consejos, me ayudó a llegar donde estoy ahora. Eso sí… muchas horas juntos en el estudio… pero no sé si fueron más horas aún en las canchas de básquet de todo Barcelona o por los garitos nocturnos 😉
Y por último, sí citaré a una persona que es mi otra mitad en We Sound Master: Julio Navas.
Julio es un buen amigo, muy generoso, goza de mi total confianza y es la persona de este mundillo con la que tengo una comunicación más fluida. De los pocos con los que puedo hablar de tú a tú sobre temas de producción y un gran apoyo en el día a día. Me siento muy afortunado de poder contar con él.
Desde luego, algo que es evidente, es que muchas de las figuras importantes en mi carrera han sido, además, buenos amigos. Supongo que se trata de un factor clave, ya que las personas que te ayudan a crecer casi siempre es porque son generosas contigo, y eso se suele dar cuando hay una relación emocional además de profesional.
Ya estamos terminando esta interesante entrevista, pero no me gustaría hacerlo sin preguntarte cómo desearías que se considerara a Xavi Barranquero dentro del panorama musical. ¿Qué legado te gustaría dejar en un futuro?
Pues me gustaría ser recordado como un tipo con talento, que supo emocionar a muchas personas con sus canciones, que nunca usó los codos para avanzar y que le puso mucha pasión a todo lo que hizo, porque no hay ninguna duda de que la pasión es lo que mueve el mundo.