Charlamos con el mítico residente de la gran familia elrow acerca del lanzamiento de su nuevo sello discográfico, Neverendz, y de su visión sobre el presente y el futuro de la industria musical.
¡Bienvenido a Vicious Magazine, Joan! En esta entrevista hablaremos sobre la reciente creación de tu nuevo sello discográfico, Neverendz, entre otros aspectos, pero lo primero que nos gustaría es ponernos en situación. ¿Quién es Joan Reyes y en qué se diferencia básicamente de Bastian Bux?
¡Muchísimas gracias, es un placer para mí estar aquí! Supongo que la gran diferencia entre Joan y Bastian es que el primero ha tenido que cometer muchos errores y recorrer un camino muy largo por el bien del segundo. Bastian es el resultado de todo lo aprendido por Joan. Por lo demás, los dos se parecen bastante 🙂
¿Cómo empezaste tu carrera dentro de la escena electrónica y a quiénes podrías nombrar como tus principales influencias musicales en tus comienzos? ¿Y las actuales?
Mi mayor influencia y la mayor responsable de que me dedique a esto ha sido, sin duda, mi hermana. Ella es siete años mayor que yo y fue quien me descubrió la música electrónica y la que, sin quererlo, me enganchó a todo esto. Siempre fui una persona con una curiosidad sin límites, que ha querido entender cómo funcionan las cosas, así que en cuanto descubrí todos esos cassettes que mi hermana traía a casa con sesiones de house, techno y trance, quise saber todo sobre cómo se creaba esa música que parecía venida del espacio exterior, y que para mí fue hipnótica desde entonces hasta ahora.
A partir de ahí, descubrí a artistas como Daft Punk, Kraftwerk, John Digweed, Junior Jack, Joey Negro… La lista de influencias es infinita, tanto en mis comienzos como en la actualidad. Me costaría escoger sólo unos pocos nombres, porque aprendo de absolutamente todos los géneros y artistas.
Desde tus inicios, eres un artista que no ha parado de crecer y evolucionar, algo que se ha traducido también en tu sonido. ¿Cómo se definiría Bastian Bux, musicalmente hablando, en la actualidad?
Creo que en la actualidad Bastian ha cerrado el círculo y, de alguna manera, se ha reconciliado con los orígenes de Joan, que siempre fueron el house y el groove, interpretado desde una óptica moderna. Después de una década como profesional, en la que he viajado a través de diferentes géneros, la pandemia me hizo perder conexión con los sonidos más duros y fríos que había estado defendiendo durante algún tiempo, y he sentido la necesidad de regresar a cosas más cálidas y alegres. Me cuesta identificarme con etiquetas, porque creo que el sonido que produzco y pincho es muy mestizo. Algunos lo llaman tech house, otros minimal house, supongo que hay un poco de todo eso y muchas cosas más. Intento que sea positivo y enérgico, que tenga mucho groove y, sobre todo, que pueda tocarlo en mis sets, que son bastante crossover.
Hablemos un poco del pasado. ¿Recuerdas qué equipo usaste para crear tu primer track? ¿En qué se diferencian aquellos primeros métodos para hacer música con los de hoy en día?
¡Cómo olvidarlo! Cuando empecé a hacer música no me podía permitir un equipo decente, así que tuve que aprender con un PC ‘Frankenstein’ que había montado a base de rescatar piezas de equipos antiguos, y los altavoces eran los típicos de ordenador de sobremesa, nada de monitores profesionales… ¡Pero pasaba tantas horas escuchando música en ellos que los conocía perfectamente! El software que utilicé fue Reason 1.5, y se colgaba tantas veces que tenía que exportar cada pista una por una, y mezclarlas en una versión primitiva de Cubase en la que no podía cargar ni un solo VST para no saturar el ordenador.
Creo que aquello afectó mucho a mi forma de producir hoy en día, ya que, aunque ahora utilizo Ableton Live, hardware y un equipo mucho más potente, sigo optimizando mucho mi flujo de trabajo, utilizando pocos plugins y renderizando absolutamente todo a audio. ¡Menos es más! Y yo lo aprendí a la fuerza… ¡Jajaja!
“La magia y el gran secreto del éxito de elrow es la calidad humana de las personas que lo integran”
Tu ilusión y tu trabajo permitieron, finalmente, que tu carrera profesional se topara con la que es, sin duda, una de las mejores fiestas de la escena electrónica mundial, elrow. ¿Cómo fue tu camino hasta llegar aquí y qué te aporta esta familia que ha supuesto un soplo de aire fresco en nuestra industria musical?
Era el año 2015 cuando mi gran amigo Alex Castillo, con quien llevo compartiendo camino desde que éramos unos adolescentes, empezó a trabajar con elrow como booker. Yo estaba empezando mi proyecto Bastian Bux, y ellos estaban buscando nuevos residentes con un perfil muy específico: debían ser productores, tener experiencia como DJ, versatilidad y un carácter apto para integrarse en el equipo. Alex presentó mi candidatura y, tras unas cuantas pruebas, me aceptaron como integrante del equipo.
Ha sido, sin duda, la mayor oportunidad profesional y personal de mi vida. Elrow es mucho más que una fiesta o un grupo promotor, es una familia, es el grupo más increíble de personas y profesionales que uno pueda imaginar. Me han aportado conocimiento, experiencia, valores, diversión y una infinita lista de momentos inolvidables… Sinceramente y más allá de lo profesional, creo que no existen seres humanos tan especiales como los que integran esta familia. La magia y el gran secreto del éxito de elrow es la calidad humana de las personas que lo integran.
Seguimos inmersos en muchos aspectos de la sociedad en los efectos colaterales del Covid-19, y, como se ha demostrado, el ocio nocturno ha sido, injustamente, el más perjudicado. ¿Cómo vislumbras la situación actual y de qué manera crees que cambiará la industria después de la pandemia?
Como bien dices, el ocio nocturno ha sido injustamente perjudicado y el sufrimiento de miles de profesionales y sus familias ha sido un daño irreparable. De todos modos, soy un optimista de cuna, así que me gusta ver el lado positivo de las cosas. Creo que los supervivientes de esta tragedia habrán salido reforzados, con ideas frescas y energías renovadas, que ayudarán a construir un futuro mejor.
También creo que ha sido una oportunidad única para nuevos artistas y promotores que, de otro modo, hubieran tenido muy difícil encontrar un hueco en la escena. La motivación y las ganas de divertirse del público en general, después de estos dos años, hacen que la energía en estos primeros eventos tras la pandemia sea de un nivel que no había visto jamás, y creo que debemos centrarnos en construir y disfrutar. Viene una época dorada para nuestro sector, estoy totalmente seguro.
Acabas de lanzar tu nuevo sello discográfico, Neverendz. ¿Qué nos puedes contar acerca de él y cuáles han sido los motivos fundamentales por los que has decidido lanzarlo justo en este momento de tu carrera?
Actualmente todo va muy deprisa: los contenidos se consumen a una velocidad de vértigo y el mundo gira mucho más rápido que algunos mecanismos clásicos de nuestra industria, especialmente a nivel discográfico. La idea de crear mi propio sello viene de poder tener control total para adaptarme a esta velocidad. Me encontraba en situaciones en las que firmaba un EP con un sello discográfico y tardaba meses, a veces incluso años, en ser publicado. Una vez el disco salía a la luz, a veces ni siquiera seguía tocándolo.
Quería poder tener control, y una herramienta capaz de permitirme dar luz a mi música, con la flexibilidad y rapidez que el momento actual demanda, de ahí nace la idea de lanzar Neverendz. Además, llega en un momento en el que tengo una idea clara del sonido y el concepto artístico que quiero defender. Sentí que era el momento idóneo, y por fin es una realidad.
El sello nace con el objetivo de convertirse en una plataforma de control de todo el proceso creativo en torno a tu música (calendario de releases, el cuidado de la promoción, marketing…). ¿Qué importancia le das a todos estos aspectos y cuál crees que ha de ser un buen plan de acción para controlarlos?
Esos aspectos son fundamentales. Hoy en día, vivimos en un mundo de contenidos multimedia. Ya no es sólo la música, es el apoyo visual y de márketing que la rodea. Puedes tener un disco genial que, si no está rodeado de una promoción adecuada y de unas creatividades multimedia que lo acompañen como es debido, pasará desapercibido entre los cientos o miles de lanzamientos semanales. Te puede gustar más o menos, pero es la realidad.
Creo que un buen plan de acción, o al menos el que yo quiero para Neverendz, es controlar la rapidez en la que la música se publica (uno o dos meses desde que sale del estudio), hacer una buena promoción con DJs para asegurarte que van a disponer de tu música -nada mejor que un vídeo de un artista grande tocando tus temas o que lo incluyan en sus podcasts-, tener un buen artwork y contenidos multimedia para redes sociales y, finalmente, una buena campaña de promoción para tratar de entrar en buenos playlists de plataformas de streaming como Spotify. Esas son las líneas de acción principales para mí.
Durante el primer año de vida de Neverendz, los lanzamientos se centrarán exclusivamente en tu propia música, ya sea en solitario o en colaboraciones con otros artistas de tu órbita sonora. ¿Qué dirección musical pretendes darle a la etiqueta?
El sonido que defiendo con Neverendz es el de mis sets: un híbrido de house, tech house y minimal en el que el groove con tintes modernos es el protagonista. La parte positiva de poder controlar los lanzamientos es que puedo decidir, según el caso, si el release será en forma de single o de EP.
En el caso de los singles, lo reservo para situaciones en las que la canción en cuestión sea suficientemente potente, ya sea por el hook o el vocal que contiene. En otros casos, como en el primer release, el formato de EP me permite incluir cortes más experimentales.
Como gran amante que eres del arte, de la ilustración y del diseño gráfico, otro de los aspectos prioritarios del sello es su artwork, de tal forma que cada release tendrá un concepto único de imagen y será íntegramente realizado por ti mismo. ¿Qué línea estilística pretendes seguir? ¿Hasta qué punto crees que música e imagen deben estar íntimamente relacionados?
La ilustración y el diseño gráfico son dos de mis grandes pasiones junto con la música, así que poder darle salida a esta parte de mí también es algo que me hace mucha ilusión. Para Neverendz realicé un proceso de investigación y desarrollo que ha durado más de dos años. Mi objetivo principal era el de crear artworks sostenibles en el sentido de que no debían requerirme demasiado tiempo de generar, pero que tuvieran un resultado potente a nivel visual.
Me he influenciado en artistas tan diversos como Joan Miró, Jean Dubuffet, Mr.Doodle o Mikey Brain. Creo que tienen mucha relación con la música porque el proceso que sigo para crearlos es similar: hay una inmensa parte de improvisación y de interpretar ‘accidentes felices’. Del mismo modo que con la música, voy haciendo trazos al azar y tratando de darles sentido sobre la marcha. Es un proceso muy divertido y que, una vez terminado, se relaciona de forma mágica con la música, ya que en ambos casos no sé qué va a ocurrir antes de empezar.
Además del artwork propiamente dicho, ¿tienes planificados otros tipos de contenido visual que acompañen a tus releases?
A partir de las ilustraciones que componen los artworks genero vídeos que utilizo tanto en redes sociales como en plataformas de streaming como Spotify, Youtube o similar. Además, sirven de contenido visual para aquellos sets y actuaciones en los que dispongo de pantallas. Tengo previsto crear toda una línea de contenidos a partir de la línea visual de los artworks, como un proyecto muy interesante de programación en el que estoy trabajando junto a mis socios de Just For Fun, y toda una serie de locuras que irán viendo la luz durante los próximos meses. ¡Va a ser muy divertido!
La primera referencia de Neverendz, recientemente editada, ha sido tu propio track titulado ‘Work’. ¿Qué nos puedes decir acerca de él?
Es interesante porque es uno de esos tracks extraños que me cuesta mucho definir, y que me hubiera costado mucho firmar con algún sello por lo raro que es, pero que siempre que tocaba en mis sets funcionaba genial, así que decidí apostar por él como declaración de intenciones de que Neverendz iba a ser valiente a nivel sonoro. Va acompañado de ‘Jungle Kitty’, que ha sido el track que más ha funcionado del EP, y que mientras respondo a esta pregunta, más de un més después de su salida, sigue en el top 10 de ventas del género. Como curiosidad, ‘Jungle Kitty’ está íntegramente hecho en la habitación de un hotel mientras estaba de tour, y que esa misma noche pude probar en Spybar, en Chicago. En ese momento supe que tenía el primer EP listo.
Aparte del sello, ¿nos puedes adelantar algo más acerca de tus proyectos a corto y medio plazo?
Este año me he centrado en descubrir y conectar con muchos nuevos productores que me gustan. Creo que a veces nos centramos demasiado en los grandes nombres que ya están establecidos, y nos olvidamos de lo interesante que resulta trabajar con gente nueva en la escena que viene con ideas frescas y revolucionarias, así que estoy trabajando en colaboraciones con algunos de ellos, como Rendher, Bizza o Niteplan. Me encanta aprender con ellos y contagiarme de su entusiasmo. Mis planes a corto y medio plazo son seguir descubriendo nombres como ellos, colaborar y hacer crecer Neverendz, además de seguir con mi residencia en elrow alrededor del mundo y mis actuaciones en solitario.
Para finalizar, Joan, nos gustaría felicitarte por tu trayectoria y desearte mucha suerte en todo lo relacionado con Neverendz. ¿Qué consejo darías a aquellos que sueñan con llegar algún día a donde tú has llegado?
Mi consejo principal es que aprendan a auto-gestionarse psicológica y físicamente. Creo que lo más difícil de este trabajo es saber lidiar con los momentos, buenos y malos, que ponen a uno al límite en todos los sentidos. Dando por hecho que este trabajo te tiene que apasionar, que debes sentir ilusión y poner mucho esfuerzo en aprender y mejorar, lo que marca la diferencia realmente es que estés preparado en cuerpo y mente para saber gestionar todas las situaciones y pruebas que te vas a encontrar durante tu carrera sin perderte a ti mismo, tanto en los momentos en los que estás arriba como en los que estás abajo. El verdadero éxito es saber disfrutar del camino y estar en paz contigo mismo. Escúchate, encuéntrate y cuídate. El resto, viene y va.