Cuando dos referentes de la música electrónica se unen para crear un evento lo más normal es que el resultado final sea como mínimo emocionante.
Porque si algo sentimos asistiendo el pasado 23 de noviembre a una nueva edición de Electronic Playground fue precisamente eso emoción sin filtros. Aunque esta fiesta es sinónimo de éxito, lo que la hizo especial fue la colaboración entre Industrial Copera y Vicious Magazine con su concepto True Vicious Showcase. Un ejemplo de un trabajo bien hecho y una muestra más de que respetando los valores y la esencia clubbing es el camino más seguro hacia el éxito.
El Jardín fue el espacio elegido para desarrollar el concepto True Vicious Showcase. Un proyecto diseñado para integrar en un mismo espacio los nuevos talentos del sonido House con referentes clásicos de este estilo. El joven artista seleccionado para abrir el evento fue Del Árbol, un DJ que transmite una frescura y una vibración muy especial, ya que en su set se vio claramente una técnica muy depurada y un sonido que mezclaba los ritmos clásicos con aquellos más atrevidos y modernos.
Karlos Molina se colaba a mitad de la noche, si algo destaca de Karlos es su eficacia, su profesionalidad y su suficiencia a la hora de enfrentarse a una mesa de mezclas. Karlos es una biblioteca musical con piernas, una enciclopedia de sonidos que ha ido capturando a lo largo de su dilatada carrera. Pero no se detiene en la acumulación, lo que impresiona de Karlos Molina es lo que consigue con este conocimiento, como es capaz de llevarlo a la realidad con una suficiencia que asusta.
Roman el joven productor argentino afincado en la ciudad de málaga se preparaba para cerrar la noche y hacer del jardín un paraíso de Groove e ritmos hipnóticos.
En el interior de Industrial Copera pudimos sacarle todo el partido al set de Marien Novi, se notaba que la artista jugaba en casa y eso se puso de manifiesto gracias a una sinfonía electrónica que caló en el corazón de los allí presentes.
Alvaro Sanchez tampoco decepcionó, perfecto conocedor de las palancas que mueven la sala, logró que nos sumergimos en su propuesta con suma facilidad, llevando a cabo una sesión sin fallas.
Pero el gran momento de la noche llegó de la mano de un arquitecto sonoro como Alan Fitzpatrick. Este DJ y productor británico es un fino estilista, un artesano que va amasando su producto con mimo, rigor y con un toque de sensibilidad más que interesante. Su visión de techno es sorprendente y sabe llevarla a la pista de baile de forma orgánica, sin atajos, sin trucos de artificio, Alan simplemente te muestra lo que tiene y te invita a consumirlo.
En definitiva un evento redondo, sin aristas, sin altibajos, con un in crescendo que nos dejó plenamente satisfechos y con ese regustillo en el paladar que nos anima a probar más. Industrial Copera nos demostró porque ha sido galardonado como el mejor club en los premios Aupa! celebrado en el BIME, y Vicious Magazine puso de manifiesto que es mucho más que una revista.
